¿Quién no conoce a “Fino” Gehrmann? ¿quién alguna vez no quiso una foto con él o quedó sorprendido con su altura? Al menos hablando deportivamente, Ernesto Gehrmann es una las principales figuras de la historia provincial y ayer tuvo su merecido homenaje.
La cita tuvo lugar en el polideportivo que lleva su nombre, ubicado en las avenidas Comandante Rosales y Rademacher. Allí se hicieron presentes autoridades provinciales, dirigentes, deportistas, público en general y en la multitud, fácilmente distinguible con sus 2,11 metros de altura, “Finito”.
En la ocasión se hizo la puesta en valor del museo, que retrata su fructífero paso por el básquetbol, con fotos históricas, indumentarias y recortes de diarios de todo el país. En uno de los tramos más emotivos de la noche, “Finito” firmó la pelota con la que se disputó el primer partido en el polideportivo que luce su nombre. Sin dudas, un gran reconocimiento al deportista que tanto le dio a la provincia.
“Es un orgullo que a esta altura de la vida me sigan reconociendo. Siempre es algo lindo y que tiene su historia. Me acuerdo cuando acá no había nada, apenas canchitas al aire libre y después se transformó en este estadio que está ahora y es un reconocimiento muy lindo”, le expresó a EL DEPORTIVO.
A sus 78 años, Gehrmann es un verdadero emblema de los deportistas misioneros y muy querido a nivel nacional, pues fue el estandarte del seleccionado nacional desde su irrupción en el Sudamericano de 1966, hasta finales de la década de 1970. Llegó a ser el goleador histórico de Argentina en los mundiales por 4 años hasta que fue superado por Luis Scola, en 2010.
Reconocimientos abundan para “Finito” Gehrmann, pero nunca está de más una demuestra de cariño a una persona que hizo y sigue haciendo mucho por el deporte.