En el Centro Integral de Entrenamiento que dispone la Policía de Misiones en Profundidad se inició el lunes, y durará treinta días, el Curso de Infantería con participantes de cuatro provincias y que apunta a la formación de efectivos en situaciones extremas.
Tras la presentación encabezada por autoridades del Ministerio de Gobierno, trascendieron las quejas dentro y fuera de la Policía provincial por la escasez de fondo y recursos que predomina en la Dirección Guardia Infantería para mantener el predio de entrenamiento y para el desempeño diario de su función.
Fuentes que no remiten cuestionamiento dentro de la policía, remarcaron a PRIMERA EDICIÓN que para que el curso se inicie se necesitó del ingenio y la buena voluntad de camaradas, incluso de otras fuerzas de seguridad, para contar con “lo mínimo de lo mínimo”.
Entre los reproches resaltaron que para que los 25 participantes de la instrucción provenientes de Tucumán, San Luis, Chaco y Corrientes, más los locales, tengan escudos tácticos para reprimir incidentes, por ejemplo, debieron instar a la buena voluntad en talleres y lubricentros para conseguir tachos de aceite de motor descartados y cortarlos y soldarlos “como hacen los chicos de la Estudiantina que piden para armar las chanchas”.
Con la misma voluntad “a pulmón”, solicitaron carpas para los efectivos que participan y quienes deberán superar tres etapas de intensiva instrucción. Los alimentos también se habrían garantizado tras insistentes pedidos de fondos a la cúpula de Jefatura y a las donaciones de varios referentes.
“Hubo que jetear”, fue la coincidente respuesta de cada voz contactada por este Diario.
Según los objetivos trazados por los organizadores, todos integrantes de la Dirección Infantería, las tres etapas del curso integral comprende: infantería policial, supervivencia policial y urbana y operaciones especiales y se insiste en la planificación que los participantes, “serán exigidos física y psicológicamente con actualización de contenidos y ejercicios específicos bajo la instrucción de agentes provinciales, capacitados a nivel nacional e internacional”.
El objetivo chocaría con los insumos disponibles. “Se presenta como curso de tropa de élite y el centro de Profundidad no cuenta con un salón adecuado para dar clases teóricas, se necesitó de una carpa de lona prestada para montar una base y no mojarse con la lluvia del lunes y martes, por ejemplo”, resaltó una fuente directa.
Las quejas se oyeron el martes con la distribución y publicación de las fotografías y videos de las autoridades, entre ellas el jefe de la Policía, Carlos Miguel Merlo, observando la instrucción y remarcando los beneficios respectivos.
El malestar dirige la atención a que los efectivos destinados a la Dirección Infantería no cuentan con el equipamiento para la labor a diario y que son los más expuestos a situaciones donde ponen en riesgo la vida.
Uno de los reclamos puntuales es que Infantería no está en condiciones de ofrecer un operativo de seguridad para espectáculos deportivos o eventos de gran convocatoria donde el riesgo a los incidentes es alto, llámese una protesta social o política.
Una voz calificada enfatizó: “Menos mal que Guaraní no participa en categorías superiores, B Nacional o Primera División, porque ni un colectivo para demorar barrabravas tiene la Dirección Infantería disponible. Tampoco un lugar con seguridad suficiente para contener a los sospechosos. Por ejemplo, pistolas con balines de pintura se utilizan hoy para marcar a los que originan revueltas. Infantería no tiene ninguna”.
Durante las últimas horas, la queja por los recursos policiales se caldeó con la información de que medio centenar de camionetas Volkswagen Amarok ya pintadas y ploteadas como patrullas ocupan, hace casi dos meses, la cancha techada para deportes en el Escuela de Cadetes de la fuerza en Villa Lanús, lo que también implica que no se pueda utilizar el predio para el que fue levantado.
Impera la incertidumbre respecto al destino de estos móviles ya que la necesidad de ellos “es urgente”. No son pocas las comisarías sin patrulleros en toda la provincia y “no solo faltan sillas, escritorios, papel y tinta para realizar denuncias y trámites”.