Lo llaman “El Loco” y tendrá once años en prisión para intentar resocializarse y procurar una vida alejada de la violencia para que sus víctimas, todos menores de edad, también puedan vivir en paz.
Para evitar la revictimización, PRIMERA EDICIÓN se reserva el derecho y no informará la localidad donde este empleado municipal, hoy de 36 años, cometió los delitos contra la integridad física y sexual entre los años 2014 y 2018.
Durante los últimos días y tras firmar un acuerdo de juicio abreviado, el acusado por “abuso sexual gravemente ultrajante calificado aprovechando la situación de convivencia preexistente, varios hechos”, además de “amenazas, lesiones y hurto, todo en concurso real”, aceptó cumplir una condena de once años de prisión efectiva.
El acuerdo se rubricó en audiencia de visu entre el acusado y el fiscal del Tribunal Penal 2, Vladimir Glinka y fue remitido para su homologación a los camaristas César Antonio Yaya, Gregorio Augusto Busse y Carlos Jorge Giménez.
De acuerdo al fallo que tuvo acceso este Diario, las denuncias penales se iniciaron el 19 de abril de 2016, por la secretaria de Acción Social de la comuna en la que estaba empleado “El loco”.
Ocurrió después de que el encartado fuera detenido por uno de los tantos episodios de violencia que protagonizó contra sus vecinos. Esta funcionaria pública se presentó nuevamente ante la comisaría local y solicitó resguardo para dos niños, de 4 y 2 años, hijastros del sospechoso y quien los tenía bajo su tutela por decisión materna.
Las víctimas le habían relatado a la familia sustituta episodios de violencia sexual que sufrieron de manera directa de su padrastro aprehendido. El sospechoso recuperó la libertad supeditada en el tiempo que ambas causas atravesaban la etapa de instrucción penal.
De las primeras decisiones que tomó el acusado, la de reclamar por recuperar la guarda de los niños, causó sorpresa. Principalmente porque los episodios de abuso sexual contra ellos estaban bajo investigación judicial. Incluso se presentó en la Municipalidad a exigirle explicaciones a la funcionaria que rescató a las víctimas, la amenazó con una denuncia que nunca presentó.
La guarda ya había sido otorgada por un Juzgado de Familia a una pareja y los niños manifestaron el trajinar de dolor previo. Señalaron y quedó fundamentado que “El loco”, cometía los abusos sexuales durante la noche y que si alguno lloraba les pegaba. Hasta los obligaba a tomar vino.
Episodios similares los sufrió una sobrina del acusado, de 14 años y a la que forzaba a acostarse con él y también la entregaba a sus amigos, presuntamente por dinero.
La insistencia por recuperar la tenencia de los menores, llevó al acusado a irrumpir en la vivienda de la abuela materna de los niños, episodio en el que golpeó a esta mujer y a un hijo de ella. Armado con un cuchillo los amedrentó antes de huir. El 23 de septiembre de 2018, durante la madrugada, interceptó al tío de los niños y a golpes y amenazas de muerte le quitó el teléfono celular y 500 pesos.
“Perdete de acá porque te voy a agarrar con este cuchillo y te voy a hincar. Y si querés trae tu patota a ver si son tan buenos”, le advirtió “El Loco” a su excuñado. Tras la denuncia, el violento empleado fue buscado por una patrulla policial y esposado.