Ante la culminación de las acciones sanitarias en el último brote de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) en aves de corral (circuito comercial), el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) elevó a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) el documento con la autodeclaración, que respalda y sustenta la actual condición de Argentina como país libre de la enfermedad.
Luego que desde junio de este año no se hayan detectado nuevos brotes de gripe aviar en aves de corral, conforme a la vigilancia epidemiológica aplicada y transcurridos más de 28 días desde la finalización de las tareas de despoblamiento, que incluye la disposición final y la limpieza y desinfección de las granjas afectadas, se logró el cierre del último de los 18 brotes de influenza aviar en establecimientos comerciales registrados en el territorio nacional. Sin embargo, para los productores locales la incertidumbre sigue.
“Por el momento, lo que nos dicen del SENASA es que no se van a levantar por completo las restricciones. Además, lo que ya nos adelantaron para cuando se levanten las restricciones, van a cambiar por completo la forma de trabajo para poder hacer una mejor trazabilidad de los pollitos”, contó Nadia Gibaja a Eco&Agro, muy preocupada por lo que está aconteciendo en un sector.
Ocurre que, desde el brote de la enfermedad y la puesta en vigencia de las medidas, quien cumple con las recomendaciones está siendo ahorcado con diferentes cepos y restricciones mientras que en paralelo y a la vista de todos crece el contrabando.
“A partir de los cambios, todos los pollitos que se vendan a las agropecuarias y veterinarias, el pollito tendrá una guía la cual deberá ser descargada por el comercio en cuestión y va a tener que emitir nuevas guías a cada productor a quien le venda esos pollitos para poder hacer el seguimiento de hacia dónde va ese pollito”, acotó Gibaja.
La medida responde al pedido de los organismos internacionales con quienes Argentina tiene acuerdos comerciales y esta línea de trabajo es la que se le bajó a SENASA hace un par de meses y esa se convertirá en la nueva forma de circulación de las aves de corral.
De todas maneras, las restricciones no están levantadas, pero sí están más flexibilizadas y la novedad que tienen las agroveterinarias como integradores agrícolas están presentando notas con firmas de todo el sector de las agroveterinarias y veterinarias para que se les habilite a vender, con la finalidad por un lado, de reactivar al sector y por otro, que merme la venta ilegal que viene causando enormes problemas en una provincia cuyo territorio está en más de un 80% en zona de frontera.
“Venimos trabajando bajo todas las estrictas reglas y normativas, pero lejos de sentirnos seguros de que nuestra actividad va a salir a flote sentimos zozobra porque pese a que hicimos todo lo que se nos pidió e inclusive tuvimos que regular nuestras propias economías y emociones en torno a esto porque de pronto nos vimos impedidos de trabajar y después de ver que hay pollitos a la venta en veterinarias y agropecuarias y hasta por Whatsapp, genera enojo e impotencia porque hay un grupo que venimos haciendo todo para cumplir con la ley, y sin embargo otros que no lo hacen pero venden igual”, señaló la mujer.
Por el momento, prosiguen las gestiones locales ante el SENASA Misiones para conseguir las habilitaciones, que serán similares a las conseguidas para la Feria Franca y se encuentran a la espera de las directivas de Buenos Aires para poder volver a poner a flote el negocio.
“En lo personal, agradezco todo el acompañamiento que tuvimos de parte de las autoridades locales, tanto del Gobierno de la provincia como de la oficina local de SENASA, ahora estamos expectantes que el Gobierno nacional nos mire”, dijo.