Aprender a respirar adecuadamente es necesario para nuestra salud, no solo física sino mental y emocional.
La respiración se ha inspirado en las enseñanzas de los textos antiguos, especialmente en las escrituras hindúes y védicas que, durante mucho tiempo marcaron la importancia del control de la respiración a través de prácticas como pranayama, ejercicios respiratorios del yoga y otras técnicas.
Estas respiraciones son lentas y profundas y desencadenan una cascada de respuestas fisiológicas que aceleran su descenso a un estado de relajación.
Varios estudios han revelado que la respiración profunda tiene efectos positivos para la salud.
La evidencia científica parece estar de acuerdo. Participantes con hipertensión mostraron reducciones a corto plazo en la presión arterial después de ejercicios guiados de respiración lenta.
Un revelador estudio reciente encontró que la respiración lenta y profunda puede ayudar a aliviar los síntomas de depresión y ansiedad, y también parece ayudar a aliviar el insomnio.
Por otra parte, un estudio de Hassan Jafari, del King’s College de Londres, demostró que la respiración profunda puede mejorar el manejo del dolor.
Aún no está claro exactamente por qué la respiración lenta y profunda provoca todos estos cambios, aunque se han propuesto algunas hipótesis.
Una idea prometedora se centra en los nervios sensoriales que rodean el pecho, cuyos efectos sentimos cada vez que llenamos nuestros pulmones al máximo.
Respirar bien puede ayudarte a activar la respuesta de “descansar y digerir”.
Igualmente importantes son los barorreceptores sensibles a la presión, en las arterias alrededor del corazón, que alimentan el nervio vago.
Al estimular repetidamente el nervio vago durante esas largas exhalaciones, la respiración lenta puede cambiar el sistema nervioso hacia ese estado más tranquilo, lo que resulta en cambios positivos como una frecuencia cardíaca y presión arterial más baja.
Sabiendo todo esto no tenemos excusas para no detenernos varias veces al día a observar nuestro cuerpo y respirar profundamente.
Solo hay que tomarse un tiempo, animarse a practicar esto como una gimnasia y ver los beneficios.
Bendiciones.