Una de cada seis personas con cinco años de diabetes tienen complicaciones diabetológicas, dentro de los 10 años del diagnóstico, la neuropatía diabética es una de las complicaciones más frecuentes.
Los pacientes diabéticos mayores de 50 años son la tercera causa de consultas más frecuentes en consultorios de clínica médica.
Cuando escuchamos hablar de vivir con bienestar pensamos en lo nuevo que queremos comprar, lo mejor para nuestra casa y oficina, pero nos olvidamos que el veredero bienestar significa tener ese poder para desenvolvernos y decidir por sí solos.
Las enfermedades crónicas no se manejan correctamente si el paciente no logra conocerse y aprender a decidir de manera correcta qué quiere hacer para llegar a la meta.
Antonio tiene 63 años, es empresario y la neuropatía diabética va en progreso dificultando su caminar y durante las noches siente dolores en miembros inferiores, que se hacen cada vez más frecuentes. Toma lo tradicional, pero no está mejorando.
Le pregunté cómo es su día de trabajo y sus fines de semana.
Asegura que se cuida en forma estricta hasta la noche en la que orgullosamente me cuenta que no cena y solo hace una picada con una copita. Los fines de semana se reúnen con la familia y como se cuidó durante la semana se da los permitidos.
Una personal trainer va tres veces por semana y él cree que está haciendo todo perfecto, “yo hago todo”, me dice, “pero no merman los dolores y esta medicación nueva disminuye mi lucidez durante el día, no la quiero tomar”.
Veo una gran persona desorientada que irá empeorando si no frena los picos glucémicos que da el distrés, provocado por su trabajo diario y hábitos incorrectos de dormir, relajarse y alimentarse.
La solución es conocerse y elegir, no se trata de un médico que recete la última pastilla que salió o la familia que intenta contener lo que toma o come.
Si mi auto usa diésel, por más que la nafta sea excelente debo ponerle diésel siempre, no a veces.
Descansar adecuadamente, alimentarse y relajarse es cosa de todos los días por igual, le explico. En el día a día aprender a respirar unos minutos, tomar agua e infusiones adecuadas, simplemente esto prepara a mi cuerpo a estar más relajado.
No consumir alcohol, quesos, fiambres y azúcar, no a veces: cero.
Sí puede regular los intestinos con comida saludable acorde a sus rutinas diarias y esa infusión previa que con dos o tres respiraciones profundas equilibra en gran medida y lo que ingiera será mejor metabolizado. Lo fácilmente digerible como verduras cocidas, en sopas o ensaladas, ayuda no solamente a nutrir sino también a relajar.
Todo caerá mejor, algunos recibirán lo crudo mejor, pero sugiero mezclar cuando estamos tensos, ya que el contexto de lo que rodea el alimento es tan importante como los nutrientes. Una persona enojada, preocupada y tensa aumenta el nivel de azúcar, previa ingesta del alimento. De ahí la importancia de la respiración, infusión y luego alimento para preparar al estómago para recibir.
Aprender a realizar ejercicios de respiración mínimo tres veces al día y las infusiones, ayudan a regular el sistema simpático para así disminuir el estrés de las glándulas suprarrenales que, en forma lenta, desequilibran el resto.
Este es un concepto que deseo grabar: la cantidad de líquido entre comidas, magnesio y potasio, serán los suplementos claves para acompañar el tratamiento.
La actividad física es diaria, media hora, solos o con una guía, el movimiento con rutinas de elongación para disminuir la tensión.
Para el descanso sugiero melatonina, actúa como inductor del sueño y a su vez como antioxidante.
Espinocromo, que son huevos de erizos de mar, con omegas y antioxidantes. Complejo B y ácido alfalipoico. Todos estos suplementos ayudan, pero lo más importante es la actitud, no se es víctima de la enfermedad.
Elegir vivir con calidad, con independencia. Elegir decir: “no” a lo que sabemos que nos hace daño es la mayor muestra de respeto hacia nosotros.
Dar importancia a mi cuerpo, darle lo que necesita para funcionar bien, regalarme a diario y disfrutar con calidad. Feliz domingo.