La Asociación Civil Patas a la Obra, que ayuda a rescatar animales abandonados, lanzó una campaña de concientización para atraer la atención de los actores del turismo mediante la cual proponen a la Ciudad de las Cataratas como “Capital Nacional del Maltrato Animal”.
Es que para los proteccionistas “la Maravilla Mundial solo es una fachada para los turistas” ya que “por detrás de las magníficas caídas de agua y de los lujosos hoteles se esconde una realidad que nuestros gobernantes se empeñan en ocultar”.
“Abandono, maltrato y desidia. Perros flacos y sarnosos, deambulando por las calles de cada barrio, son la cara oculta de una miseria que quizá no sea económica, pero sí moral”, expresaron.
En consecuencia, exigen la inmediata implementación del programa de equilibrio poblacional de perros y gatos, que garantice esterilizaciones masivas, gratuitas, sistemáticas, extendidas, tempranas y no excluyentes. “Un turismo éticamente responsable no puede permitir estas disonancias. La calidad en un destino turístico no depende solo de la jerarquía de sus atractivos ni de la categoría de sus hoteles. Dejen de barrer bajo la alfombra”, sentenciaron.
En este contexto, la integrante de la Asociación Civil Patas a la Obra, Andrea Arecco, dialogó con la FM 89.3 Santa María de las Misiones y manifestó que “tras haber sido nombrada Patrimonio Mundial de la Humanidad y una de las Siete Maravillas del Mundo, parece ridículo que Iguazú sea su vez algo tan negativo como la Capital Nacional del Maltrato Animal”.
“La situación es muy preocupante, creemos que las autoridades no le dan la importancia que merece, están ocultando una realidad que existe y que está en contraposición con la imagen que se le quiere brindar al turista de las maravillosas Cataratas, hermosos hoteles, restaurantes de primer orden, ahora un paseo peatonal en el centro que quedó muy lindo, pero la gente ni siquiera necesita salir de la peatonal para ver la cantidad de animales abandonados en la vía pública”, lamentó.
Indicó que la responsabilidad es sin duda de los gobiernos y señaló que si bien en Puerto Iguazú cuentan con un quirófano móvil, el problema pasa por “una cuestión de cantidad”.
“Cuando la situación es desbordante como en Iguazú, esto no lo puede resolver ni siquiera el propio tenedor o cuidador del animal”, comentó Arecco.
Recordó que en el 2017 Puerto Iguazú aprobó una ordenanza de tenencia responsable que establece que las campañas de educación, concientización, control y penalización corresponden a la autoridad de aplicación, que en este caso es el Departamento de Zoonosis, no obstante advirtió que “no lo hacen. De hecho en Iguazú, el Departamento de Zoonosis estuvo dos años sin funcionar y se reabrió a causa de la presión que ejercimos los rescatistas”.
Para cerrar, Arecco reiteró que “necesitamos que nuestros gobernantes hagan lo que tienen que hacer, este es un tema de Salud Pública, la sobrepoblación de perros y gatos amenaza la sanidad pública porque la salud de las personas, de los animales y del ambiente es una sola”.