Desde hace poco más de un mes que se registra una brusca disminución de la disponibilidad de fertilizantes y herbicidas en las agropecuarias del interior de la provincia y esta semana la situación se agravó: directamente no se consiguen. Lo poco que se consigue alcanza precios exorbitantes.
El motivo sería que las distribuidoras nacionales ordenan frenar las ventas hasta que se estabilice el dólar, teniendo en cuenta que es un producto importado y para ingresarlo al país se paga con la moneda estadounidense.
También está presente la especulación de algunos vendedores locales que aprovechan la situación para buscar alguna diferencia a favor.
Desde una distribuidora de Alem que vende productos con la marca de una petrolera le dijeron a un productor que “hace tres semanas está suspendida la venta de todos los fertilizantes, no estamos consiguiendo nosotros y la semana pasada nos suspendieron hasta nuevo aviso el tema de los herbicidas también”.
La situación está despertando una firme preocupación en los sectores productivos de Misiones, principalmente en la yerba, el té, el tabaco y la producción de alimentos.
Cristian Klingbeil, productor de yerba y té y representante de la producción en la Comisión Provincial del Té (CoProTé) sostuvo que recorrió “cinco agropecuarias, cuatro personalmente y una por teléfono y todas me dijeron que no hay fertilizante, sobre todo aquello que necesitás con más componente, más fósforo”.
En declaraciones a PRIMERA EDICIÓN sostuvo que “justo ahora que se hizo el replante de yerba para fortificar la parte radicular de la planta. Lo que hay directamente es el doble de precio”.
“Preocupa mucho porque estamos a un mes y poquito de empezar a hacer la fertilización en los yerbales industriales y lo que se consigue por ahí es urea, para hacer brotar a las plantas, pero todavía no es época de hacer brotar a las plantas porque si viene una helada tardía causa un daño tremendo”, explicó.
“El año pasado lo que hizo que sea tan fuerte el ataque de las plagas, sobre todo el rulo en la yerba fue ese frío tardío que debilitó a las plantas y las dejó muy propensas a un ataque de rulo”, dijo.
En las agropecuarias “no te venden nada, no tienen precio de nada, la venta está suspendida”, se quejó.
Consultada por el mismo tema, la subsecretaria de Desarrollo Vegetal del Ministerio del Agro, Luciana Imbrogno, brindó su análisis de la situación: “Me parece que los proveedores se resguardan por la disparada del dólar y por eso no están pasando precios”. Y recordó que en ocasiones anteriores ya ocurrió lo mismo: “La situación no es nueva”.
Desde una cooperativa de tabacaleros también dijeron a PRIMERA EDICIÓN que “los proveedores tienen orden de no vender, son muy pocos los que te venden pero dicen que en algunos días se normaliza. Es raro porque hace tres años le compramos al mismo proveedor de Aristóbulo del Valle y es la primera vez que nos dice que no puede vender, está sin precio”, agregó un dirigente tabacalero.
Más precio, menos importación
El problema no ocurre solamente en Misiones. La Argentina empezó la época de mayor consumo de fertilizantes, urea y herbicidas en un momento donde el mercado se encuentra virtualmente paralizado y con precios de nitrógeno y fósforo subiendo considerablemente. Todo indica que la tendencia alcista se extenderá por un buen tiempo más.
El problema es que, debido a las restricciones aplicadas por el Gobierno nacional, las importaciones de fertilizantes se vienen haciendo a cuentagotas. Los datos del primer semestre del año muestran una caída del 42% en las importaciones de urea, que acumulan 180.000 toneladas frente a las 310.000 del mismo período de 2022.
“Continúa la sequía de negocios de importación, que ya se viene reflejando en la oferta de productos fosfatados en el mercado interno”, indica el último informe semanal de la consultora IF Ingeniería en Fertilizantes. “La oferta de fertilizantes fosfatados con entrega junio/julio es casi nula y lo poco que se puede llegar a encontrar se vende a valores de 885 a 900 US$/tonelada, cifras muy lejanas de los precios de reposición de importación”.
Las causas del derrumbe de los ingresos obedece a dos factores principalmente. El primero, que afecta a casi todos los rubros de la economía argentina, son las crecientes dificultades para que funcionarios del Gobierno nacional habiliten el acceso a divisas para poder gestionar importaciones.
El segundo es que, con un panorama interno tan complejo y un mercado bajista a nivel internacional, los importadores de fertilizantes no tienen ningún apuro por originar mercadería.
Dos ordenanzas en análisis
Desde los sectores productivos explicaron que “hay formas de reemplazar los fertilizantes pero son mucho más caras y complicadas, por ejemplo: estiércol de animales de criaderos de pollo o de feedlot pero Ecología no te deja aplicar, te aplica sanciones si tenés vecinos cerca”.
“Otro método es haciendo bocashi, una preparación con aserrín descompuesto, con tierra y cosas así que se mezclan unos días bajo techo con un leve porcentaje de humedad. Pero tiene un volumen mucho más grande porque un fertilizante químico se tira 300 kilos por hectárea y el bocashi tenés que tirar 2.000 kilos por hectárea, es otro costo, más la preparación y más el trabajo de tirar”, señaló Klingbeil.
“Acá hay cooperativas que hacen fertilizantes orgánicos pero no son significativos los volúmenes para lo que uno necesita. Si tenés 10 hectáreas de yerba, tenés que tener 20.000 kilos de ese producto para tirar”, agregó.