El escritor e investigador independiente, Julio Cantero, presenta “La estancia grande de Itapúa”, un libro que explora el pasado jesuítico y guaraní de Posadas, revelando información histórica poco conocida, que aporta una mirada específica sobre la fundación de la ciudad.
La cita será hoy a partir de las 20 en el auditorio de la Biblioteca Popular Posadas (Córdoba 2069). La misma será presentada por el docente e historiador Daniel Cantero.
En diálogo con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, Julio Cantero comentó que su libro “La estancia grande de Itapúa”, indaga sobre un período poco conocido del territorio que actualmente ocupa la capital misionera, fundada en 1615 por el jesuita San Roque González de Santa Cruz, quien luego de 5 años, se traslada del otro lado de la orilla del río Paraná, más precisamente en la actual ciudad de Encarnación (Paraguay) donde funda otra misión.
“Por esta razón, se dejó de lado el estudio de ese período posterior al traslado, porque se pensaba que no había nada en este sitio y entonces indago sobre este período y junto elementos suficientes como para que reveamos esa idea y nos pongamos a investigar que sucedió en Posadas entre: 1620 y 1800, y a la conclusión que llego es que aquí había una estancia, la estancia grande de Itapúa”.
En este sentido, Cantero cuenta que se trató de “un trabajo minucioso, arduo y como no es tan relevante el puesto de producción ganadera entre tantas otras infraestructuras que tuvieron los pueblos jesuíticos, entonces no hay muchas fuentes que escriban lo que acontecía en la estancia se dicen más lo que pasaba en el pueblo, por ejemplo si había una batalla o una migración, un ataque Bandeirante. Esas cosas es muy probable que cuenten las fuentes, pero lo que sucedía en una estancia es algo que no se suele anotar, entonces medio que pasó desapercibido y todas las menciones son más bien tangenciales, en el marco de otras circunstancias, de narrar otro hecho, se menciona a la estancia, pero hay suficientes datos como para saber a ciencia cierta de que el espacio estuvo ocupado y dedicado a la producción ganadera”.
Además, Cantero comentó que en esta estancia probablemente residían aborígenes y “un jesuita cuya ocupación era de estanciero, por ejemplo: habían hermanos estancieros que se dedicaban a la sastrería, a la zapatería, a la arquitectura, o sea, tenían oficios, eran religiosos, pero tenían su oficio”.
Por este motivo, indicó que en aquella hacienda “lo más probable es que haya estado un religioso de apellido Vidal, esto es lo que encontré en los documentos, que era el hermano estanciero de Itapúa y seguramente con una población, porque estamos hablando de una estancia de 40 mil cabezas de ganado, solo vacunos y además mular, caballar, ovejas y muchos otros. Así que tendrían que estar asistidos por varios centenares de guaraníes”.
El autor comentó que comenzó su investigación en el 2015 “justamente por una polémica que existía sobre si después del asentamiento permaneció habitado y ocupado este sitio o no. Es una polémica que se dio en el marco de los 400 años de la fundación de Itapúa, que algunos decían que era fundación otros decían que no, justamente por esta circunstancia. Porque se trasladó y después no se sabía que pasó después del traslado de la reducción. Entonces me fui a indagar que pasó después del traslado de la reducción y a la conclusión a la que llego o la hipótesis: la que propongo y la que expongo; y por lo menos para iniciar el debate y una reflexión sobre ese periodo es que acá estuvo ‘La Estancia Grande de Itapúa’”.
Además, indicó que esta obra “está en las manos de los historiadores profesionales, académicos y con acceso a las fuentes documentales con acceso a los archivos”.
Asimismo indicó que en este texto “menciono muchas fuentes de archivos que estan mencionadas en trabajos que ya fueron presentados, pero no consulté, la fuente original del archivo: no fui al archivo de Buenos Aires, de Asunción, de Río de Janeiro, porque hago un trabajo de divulgación, no soy un historiador académico, no es mi oficio. Hago hace muchos años divulgaciones en mi portal web: misioneshistoria.com.ar. Entonces escribo para un público más general y la idea es comenzar un debate y quería proponer a la historiografía local, una revisión de este período, así que básicamente me gustaría que estuviera en manos de historiadores con acceso a los archivos y que puedan contrastar estas fuentes”.