Hace diez años, el jueves 25 de julio de 2013, y tras un intenso y espectacular operativo, la escultura de acero del prócer misionero Andrés Guacurarí quedó emplazada en su actual ubicación en la costanera de Posadas, a media cuadra aproximadamente de donde estaba el antiguo Puerto.
La imponente obra de quince metros de altura y aproximadamente seis toneladas de peso estuvo a cargo del escultor Gerónimo Rodríguez, quien durante tres meses moldeó y soldó la figura del posteriormente declarado General Post Mortem.
El propio Rodríguez supervisó las tareas de emplazamiento, que requirieron de un nutrido equipo de gente y una grúa especial para levantar la imagen en el islote que se preparó especialmente para ello con una base importante de hierro y hormigón armado. Sobre ella fue soldada la estructura interna de los pies, además de la lanza, que actúa como tercer soporte.
Sobre el material elegido para la obra, su autor señaló que el acero inoxidable no demanda mayor mantenimiento para su conservación.