En su hogar, ese que lo cobijó durante más de una década en la tierra colorada, y al cual pudo retornar tras dos años intensos en Europa. Rodeado de sus seres queridos y afectos, así disfruta Juan Ignacio Marcos sus últimas días de vacaciones antes de sumarse a los entrenamientos con la Selección argentina, que se preparará para afrontar el Preclasificatorio Olímpico de las Américas.
El talentoso base del ICG Forca Lleida, cuya ficha pertenece al Barcelona y con cual negocia su futuro inmediato, arribó a la Capital del Trabajo para celebrar su cumpleaños 23 -fue el pasado 6 de julio- y aprovechó para compartir momentos con su mamá Mariana y sus hermanas Lucía y Delfina, a quienes alentó el último domingo en el Polideportivo Municipal y Universitario, en el tercer y decisivo partido que Club Médico disputó ante CAPRI por la Liga Provincial Femenina.
En la previa a ese match, el jugador formado en El Coatí y con paso por la Liga Nacional con Peñarol de Mar del Plata, se sumó a una interesante charla con EL DEPORTIVO, donde repasó su temporada en España, la convocatoria a la Selección y lo que espera de su futuro inmediato.
Juani, ¿disfrutando de unas merecidas vacaciones en casa?
Sí, se dieron las cosas para que pueda venir después de dos años sin hacerlo y lo estoy disfrutando al máximo con la familia. No hay mejor manera que recargar energías junto a los afectos. Y hoy aprovechando para ver jugar a mis hermanas y a mi mamá, haciendo también lo que las apasiona.
¿Últimos días antes de sumarte a la Selección?
Claro, en la semana ya me estoy yendo para España y me sumo el viernes 14 a los trabajos. Hay muchas expectativas, así que fue importante para mí venir acá antes de encarar esta nueva etapa.
¿Cómo ves este nuevo proceso? ¿Crece la ilusión por el estreno?
La ilusión en mí estuvo siempre, desde que estaba en esas listas preliminares de 25 jugadores, y fue creciendo considerablemente a pesar de quedar al margen, pero soy consciente de que mi momento en la Selección va a llegar y creo que puede ser en esta gira. Hay muchas expectativas con relación a esta nueva etapa, sobre todo después de que Argentina se quede afuera del Mundial siendo subcampeón del mundo. Hay jugadores nuevos y referentes que siguen. Todos tiraremos para el mismo lado, con el objetivo de llegar a los Juegos Olímpicos, que sin dudas pasa a ser el gran objetivo. Creamos una nueva ilusión.
¿Cómo viviste desde adentro la eliminación?
Fue muy duro. Era salir a pedir disculpas a la gente que nos acompañó incansablemente, levantar la cabeza y mirar lo que viene. Fue una ventana en la que todo se dio contra nosotros, pensábamos que al haberle ganado a Canadá ya estábamos adentro, pero los otros resultados indicaron lo contrario. Y después pasó lo que pasó.
Si clasificaban antes… ¿hubieses jugado ante Dominicana?
Pienso que sí. El entrenador me había llamado antes de la ventana y quería que venga para conocerme personalmente. Me dijo que le gustó mucho lo que estaba haciendo en el club y que estaba en su consideración. Me transmitió mucha confianza.
En lo personal, ¿cómo viviste esos entrenamientos?
Fue algo magnífico. Estar al lado de jugadores que son la historia de nuestro básquetbol es algo único y trato de tomar todas las enseñanzas que dejan. Te ayudan en todo, te hacen sentir uno más y están a tu disposición. Con Campazzo hacíamos competencia de triples tras los entrenamientos, con Brussino y Bolmaro había coincidido antes (en Peñarol y Barcelona) y por eso fue con los que más charlé. A pesar del resultado final, rescato todo lo que permitirá crecer en lo que vendrá.
¿Cómo catalogás tu temporada en Lleida?
Más que positiva, sobre todo porque pude jugar la temporada completa, algo que no había logrado en la anterior. Tuvimos una buena fase regular y después nos quedamos en play off (N. de R: el equipo cayó en cuartos de final ante el Valladolid 3-1). En lo personal pude crecer mucho en todos los aspectos, tuve muy buenos partidos y en base a eso logré estar en la consideración de la Selección.
¿Resaltás algún partido en especial?
Sí, el que jugamos ante San Pablo Burgos de local. No solo porque ganamos un partido tremendo, donde literalmente me salió todo (N. de R: fue elegido MVP del match), sino porque estaba presente en el estadio toda mi familia, que había ido a pasar las fiestas y se volvían al día siguiente. Fue un momento hermoso.
¿Cuál será tu futuro inmediato?
Eso lo estamos analizando. El Barcelona es dueño de gran parte de mi ficha, pero hoy está ajustado con el presupuesto económico que impone la Liga y es por ello que se tomará la decisión de lo que sea más conveniente para mí. Siento que es una temporada para pegar el salto a la ACB y con 23 años tener el rodaje para mantenerme en la órbita de la Selección. Siento que estoy preparado y con la madurez necesaria para tomar mayores responsabilidades. Será en Barcelona o, si existe la posibilidad de salir cedido a otro club… se verá.
¿Dar el salto a ACB te acerca más al sueño NBA?
Es ir paso a paso, obviamente que el sueño es llegar al máximo nivel del básquet mundial, pero soy realista a la hora de pensar en eso. Además, cuando llegás, la cuestión es mantenerse en el tiempo. Es ahí donde valorás verdaderamente cumplir con el objetivo. Jugar en la NBA es el sueño de todos… el tiempo dirá.
¿Ya te acostumbraste a la vida en España?
Sin dudas, creo que desde que salí a Mar del Plata fui armando mi forma de vida. Ahora en España soy uno más, me tratan muy bien. Y en lo cotidiano trato de mantener las costumbres nuestras, eso sin dudar.
¿El mate siempre presente?
Totalmente, aunque ahora me bajo un termo yo solo. No tengo compañía para el mate. Antes lo tenía a Bolmaro en Barcelona, acá les hago probar pero no hay caso. Aparte no te van a tomar mate con el calor que está haciendo allá. A nosotros no nos importa la temperatura, el mate siempre está.