Hay una continuidad de propósito en la vida personal.
Poder ubicarnos como almas es aceptar lo finito de nuestra vida y comenzar a trabajar en nuestro interior para la trascendencia, identificándonos con los altos valores e ideales para continuar con el trabajo que comenzamos en la vida anterior. Recordar, perfeccionar, continuar.
También hay una continuidad de trabajo en lo grupal, en el planeta.
Vamos de lo micro a lo macro y viceversa como siempre para poder entender en forma analógica, como es adentro es afuera.
Si pudiéramos reconocernos como un minisistema integrado también podríamos reconocer el macro sistema integrado que nos rodea, así llegar y expandir nuestra conciencia desde lo individual a lo grupal, planetario, solar y lo cósmico.
Todo tiene una forma de evolución en la creación, ¡todo! y lo dejo librado a la imaginación de cada uno de ustedes para que puedan encontrar esas similitudes.
En esa continuidad de propósito no dejo de observar que cada uno de nosotros corresponde a un grupo de almas, que venimos trabajando para cerrar el ciclo del aprendizaje para pasar a un estadio mayor, siempre desde el amor, que es lo único que nos llevamos de esta vida y permanece en nosotros a modo de vibración.
Como el inicio marca la trayectoria sería muy diferente nuestra vida si desde pequeños nos enseñaran los ciclos del tiempo, las leyes universales y los altos valores a conquistar en cada período de nuestra vida.
No estamos recortados del Todo, el acto de uno modifica todo el entorno.
Cada emoción y pensamiento elevado en concordancia con las leyes universales también nos modifican y todo a nuestro alrededor.
Muchas otras culturas saben esto y viven bajo las leyes de amor y respeto hacia la naturaleza toda.
También los pueblos originales vivían de acuerdo a un Orden Mayor.
Hoy más que nunca el planeta nos necesita.
Hasta ahora viene nivelando, balanceando y compensando cada acto de egoísmo y crueldad que tenemos hacia él.
Estamos al borde de no poder seguir balanceando desde afuera.
El cambio comienza en cada uno de nosotros.
Cuida y valora tu vida así como la del planeta, cuida no solo por egoísmo. Cuida desde el amor, cuida desde la compactación hacia todos los seres y así se despertarán el amor, la benevolencia, el altruismo y todas las virtudes que a modo de código están encriptados en nuestro ADN.
Solo se despiertan si tú las buscas.
La luz y el amor generan más luz y amor.
Deja de buscar afuera y comienza tu trabajo de regreso a casa.