Carmen Daniela Radke murió ahorcada durante la madrugada del viernes 5 de mayo pasado y su cuerpo fue arrojado a un yuyal a la vera de la calle de ingreso al barrio Unido de San Vicente. La víctima tenía 23 años y un niño de 5.
A pocos días de que se cumpliera un mes del femicidio, PRIMERA EDICIÓN tuvo acceso a testimonios clave que constan en el expediente abierto por el juez de Instrucción 3 de la Quinta Circunscripción Judicial, Gerardo Casco.
Una de las voces que se destacaron corresponde a una amiga del imputado por el homicidio calificado, Calixto Alan Closs de 30 años. La joven de 20 años relató las horas posteriores al crimen en las que vio y hasta almorzó con el ahora detenido pero sin tener la menor sospecha de su participación.
“Lo conozco hace cinco años y sobre el que se investiga puedo decir que me entero de que encontraron a una chica fallecida el viernes (5 de mayo) al mediodía aproximadamente, en ese momento Polaco (Closs) como le decía a él estaba en mi casa por almorzar y vimos las noticias y él en ningún momento dijo que la conocía a ella (Radke), y hasta dijo en broma ‘le dieron duro’”.
La motocicleta tipo enduro Motomel Skua 250 con la que fue descartado el cuerpo entre malezas horas antes es propiedad de esta testigo.
Al respecto, declaró como testigo el lunes pasado: “El jueves (4 de mayo) a la mañana a eso de las 7.20 yo busco la motocicleta de Polaco y le dejo la mía porque la mía estaba sin patente y yo recién había hecho la transferencia y tenía que ir a Dos de Mayo. Vuelvo a las 5.30 de la tarde y me voy hasta la casa de él y como no estaba le mando un mensaje y me responde que lleve la moto a mi casa nomás porque no iba a estar hasta el otro día”.
“El viernes él fue a mi casa y ahí nos enteramos a las 13 del crimen. Él se va de casa con mi moto y no lo veo hasta el sábado a las 6.30 de la mañana que me manda un mensaje para que lo busque del trabajo que quería bañarse y tenía que volver a trabajar, así que lo busco, le espero en su departamento hasta que se bañó, ahí tomamos un mate, él limpió el piso y ahí lo volví a llevar a su trabajo que era en un secadero yendo a El Soberbio”.
“A las 4 de la tarde vuelve a mi casa se nota que había tomado pero estaba bien. Tomamos dos cervezas y ahí él se fue a dormir a mi pieza, habrá dormido tres horas y lo desperté para cenar. Se levanta y discute por mensajes de celular con su novia a la que le decíamos Polaca y después se va. El domingo hablamos por mensajes porque yo estaba como fiscal en las elecciones”.
“El lunes me senté a tomar mate y vi imágenes de mi moto tapada y él con la cabeza tapada y ahí agarré su moto y fui a su casa para intentar recuperar la mía pero ya no estaba ahí. Un vecino me dice que me estaban buscando así que fui a la comisaría, les comenté que era la dueña de la moto, me dicen que espere y después me tomaron una declaración donde conté lo mismo”.
Definió al imputado: “Polaco era muy piola, nunca tuve problemas a mí siempre me respetó, estábamos siempre juntos, nunca vi algo extraño como para suponer que podía hacer algo como lo que se le acusa, para mí fue una sorpresa”.
“Solo conocidos”
El martes 30 de mayo declaró la amiga más cercana a Carmen Radke y relató que entre el presunto autor del femicidio y la víctima existía una relación de conocimiento pero no de amistad y tampoco noviazgo o vínculo sentimental similar.
La joven de 21 años reside en el mismo barrio de Radke: “La conozco desde hace ocho años, éramos muy amigas. Al detenido no lo conozco como Calixto Closs, para nosotras siempre era Gabriel Santini. Lo conocimos hace un año, nos juntábamos de vez en cuando, no era alguien con el que estábamos siempre. La relación era de conocidos nada más”.
“Daniela lo conoció cuando con las hermanas entrenaban boxeo. La última vez que fuimos a su casa fue en diciembre del año pasado,19 o 20 y nos peleamos y él se fue y nos quedamos con otro amigo suyo hasta que nos fuimos. No lo volví a ver y no sabía que Daniela seguía hablando con él”.
“El jueves 4 de mayo ella me escribe a las 3 de la tarde y le pregunté si se recuperó porque estaba mal de la panza. A las 19 le vuelvo a escribir preguntándole para salir. A las 19.15 me responde: ‘Inventá algo vos’ y ya no le contesté más porque estaba feo el tiempo (…) Ella nunca me dijo que estaba con Santini (Closs)”.
“Me parece muy raro que ella le haya mentido a su mamá ese día, que le haya dicho que se iba al kilómetro 50 porque nosotros no tenemos amigos en esa zona, me parece raro que ella haya salido sola con Santini después de que nos peleáramos con él. También me parece raro que ella le haya dicho a su mamá que yo no iba a salir ese día porque estaba en Dos de Mayo cuando yo estaba en mi casa. Nosotras siempre salíamos juntas y si ella llegaba a salir con alguien sola yo sabía porque ella iba a dormir a mi casa después”.
“En esa oportunidad el amigo me dice o me pregunta si Daniela y Santini habían tenido algo porque él había dicho eso. Yo le dije que no, que nunca habían tenido nada. Cuando llegamos a la casa le preguntamos a Santini por qué dijo lo que dijo y nos enojamos con el. Ahí él se va de la casa y nunca más lo vimos. Después él me escribió por Facebook pidiéndome mi número como si nada hubiera pasado (…) Lo bloqueé. A Daniela le había invitado varias veces para verse pero ella le decía que iba a salir conmigo y lo cancelaba”.
“El viernes (5 de mayo) yo veo en las noticias a las 8 de la mañana que habían encontrado a una chica. A las 2 de la tarde veo muchas coincidencias con Dani entonces la llamo y no me atiende y tampoco le llegaban los mensajes, así que me voy hasta su casa y la mamá me dice que había salido a las 6 de la tarde del jueves y no había vuelto. Le leo la noticia y ella me dice que Dani estaba vestida así (…) Con las hermanas vamos hasta la comisaría Segunda y ahí nos muestran las fotos de los tatuajes y vimos que era ella”.
“Daniela no quería saber nada con Santini, lo rechazó tantas veces que me parecía imposible, al menos por su voluntad (…) Y si ella veía algo raro se hubiera ido porque era re impulsiva. Santini y Daniela eran solo conocidos, no tenían una relación”.
“Él era re quieto, si alguien le hablaba él respondía, nunca contaba por su cuenta cosas suyas. Solo si se le preguntaba, era reservado”.
“Por mensajes era otra persona, cuando me enteré que estaba detenido no me sorprendió por como era él con ella. No sé si tanto como llegar a matarla pero sí de hacerle algo porque siempre le escribía con esa intención, además las veces que íbamos a su casa nos quedábamos unas horas y volvíamos. Quizás pensó que si ella iba sola se iba a quedar, pero si le decía algo que no le gustaba se hubiera ido rápido”.