Un pedido que podría arrastrar mucha polémica, por donde se mire, impulsan productores yerbateros de Misiones, quienes esta semana, aprovecharon la reunión que mantuvieron con la ministra de Trabajo, Silvana Giménez, para formular un pedido de “flexibilización” en la edad para realizar tareas rurales.
“La ley permite trabajar a jóvenes de 16 y 17 años con el permiso de sus padres, caso contrario no lo pueden hacer. Hemos pedido que se flexibilice eso y que el trabajo adolescente sea de libre contratación”. Quien habla es Sergio Delapierre, vocero de Productores Autoconvocados del norte misionero.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Delapierre acotó que “una persona con 16 años ya tiene uso de razón para decidir si quiere trabajar” y remarcó en ese mismo sentido que “es mejor tener tareferitos adolescentes trabajando en la chacra a que estén en la calle drogándose”.
Además, agregó que le explicaron a Giménez que “muchas veces esos jóvenes podrían estar trabajando pero, al no poder hacerlo legalmente, salen a hacer cualquier otra actividad delictiva para tener un celular, ropa o zapatos, o cubrir sus necesidades. Sabemos que decir esto enoja y también quiero dejar en claro que no generalizamos. Sin embargo, pedimos que no dejemos a muchos de nuestros jóvenes a merced de la gente que les ofrece realizar actividades ilícitas y démosles un trabajo digno, que ellos fácilmente podrían hacer”.
“Hay que entender la necesidad de contar en las localidades del interior con oficinas de empleo para que haya un banco de jóvenes para trabajar cosa que el productor pueda convocarlos”, expresó enfáticamente el productor.
Entre algunas de las propuestas, que todavía no han sido formalizadas más allá del planteo verbal, aparece que los chicos trabajen por turnos y también en distintas chacras, para solucionar el problema de la falta de mano de obra.
Al mismo tiempo se volvió a exigir la compatibilidad de los planes mientras estén empleados en las chacras y también que ocurra lo mismo durante la interzafra.
El encuentro con Giménez tenía como eje el reclamo por las actas de infracción que les había impuesto el mismo Ministerio de Trabajo, junto con sus pares de la Nación y el RENATRE a instancias de UATRE.
Delapierre también explicó a este Diario que aunque en la charla con Giménez se dieron momentos de mucha tensión, fue posible pedir “una flexibilización” para permitir que quienes hayan cumplido los 16 y los 17 años de edad puedan ser contratados para realizar tareas rurales.
La ley, bajo ciertas condiciones especiales permite a los adolescentes conseguir empleo, entre ellas contar con la autorización de los padres o tutores y junto con las debidas condiciones de higiene que debe garantizar la contraparte, siempre y cuando no se ocupe a menores de 15 años quienes, comprendidos en edad escolar, no hayan completado su instrucción obligatoria.
La propuesta de los productores determina que “tampoco podrá ocuparse a aquellos que teniendo 17 años no hayan cumplimentado con la finalización de sus estudios obligatorios”.
“Hay una degeneración de las relaciones laborales entre obreros y productor porque, según creemos ocurren dos cosas, el temor a perder un plan, y el otro tiene que ver con el deterioro de la cultura del trabajo”, remarcó.
“Lo que a nosotros nos queda como percepción es que en el interior, los trabajadores rurales se conforman con changuear unos días a la semana y cobrar sus planes y no quieren trabajar. Estamos ante un serio riesgo de que ocurra lo mismo con las nuevas generaciones y no vivan la dignidad de tener empleo”, sentenció.
Los alcances del artículo 148 bis del Código Penal argentino
¿Por qué no considera la OIT que los niños menores de 16 años trabajen en explotaciones agrícolas como parte de su educación? Porque el trabajo infantil priva a un niño o un jovencito de la oportunidad de realizar estudios, con los cuales podría aumentar sus oportunidades de empleo cuando sean suficientemente mayores para incorporarse a la fuerza de trabajo.
De hecho, la sociedad también se beneficia de que su población tenga un nivel de educación más alto y una perspectiva más amplia y mayores competencias en las que apoyarse, cuando lleguen a la vida adulta.
De ahí que el pedido de los productores subraya que, de avanzar el proyecto, solo podrían trabajar aquellos chicos que tengan la autorización de sus padres y cuenten con un certificado de alumnos regulares, para quienes tienen 16, mientras que quienes tienen 17 deberán presentar la documentación que acredite la finalización de sus estudios obligatorios.
En Argentina, recién a partir de los 18 años de edad se adquiere la plena capacidad laboral. Según los alcances del artículo 148 bis del Código Penal de la Nación ponen de manifiesto que el trabajo de las personas menores de 16 años está prohibido por la ley. Pero hay una sola excepción: si el adolescente tiene 14 años pueden trabajar en la empresa de su padre, madre o tutor.
Para la Organización Mundial del Trabajo en tanto, los jóvenes menores de 18 años deberían gozar de unos niveles más altos de protección, a fin de garantizar que no sean obligados a realizar tareas por encima de sus posibilidades físicas.
“Medidas no recaudatorias”
La reunión celebrada el martes último tuvo varios altercados, con expresiones muy violentas y de desasosiego.
“El productor está cansado de que se le meta el verso de que todo funciona bien, pero cuando estamos en la realidad de las chacras la situación es distinta”, apuntó Delapierre en su relato del encuentro
“Propusimos hacer conclusiones porque se discutía mucho y no se llegaba a ningún lado. Entonces, además de hacer este pedido para flexibilizar las condiciones del trabajo adolescente formulamos un pedido para que se conforme una mesa de trabajo a nivel nacional para saldar el conflicto entre el empleo en blanco y el pago de los planes”.
“Regalar dinero a través de planes hizo que la gente no necesite buscar empleo”, afirmó Delapierre en todo momento, algo que volvió a repetir en una entrevista radial en FM 89.3 Santa María de las Misiones, donde también remarcó: “El alivio que dejó la reunión fue que la ministra nos manifestó que las actas de infracción no van a traer consigo multas, porque el fin no es recaudatorio sino un llamado de atención para quienes están en incumplimiento”.