Alicia Isabel Soroka, reconocida productora de radio, locutora, periodista y ligada a los medios de comunicación de la tierra colorada desde hace varias décadas, en elDía del Periodista visitó los estudios de la FM 89.3 Santa María de las Misiones. La experimentada voz femenina contó en primera persona su mirada del periodismo, la política, la profesión, las nuevas tecnologías, entre otros temas que se fueron desgranando en una charla imperdible.
“Todos tenemos alguien que nos permitió hacer lo que amamos. Muchos tuvimos la fortuna de que alguien nos abrió la puerta y nos dio la posibilidad de ingresar al mundo del periodismo. A mí alguien me abrió hace muchos años una ‘puertita’ en LT 13 en Oberá; no vengo de una formación académica; y a pasar de eso confiaron en mí, pese a ser una persona muy joven en aquel momento. Por lo que estoy sumamente agradecida”, comenzó su relato emocional la afamada locutora.
“Empecé en la radio como un juego, porque me gustaba la radio. La radio tiene una presencia muy importante en mi familia, en tiempos donde la radio era todo; era un momento mágico y de pronto estar en ese mundo mágico fue como un regalo. Empezar en la radio a los 17 años, gracias a la generosidad de LT 13 fue algo muy lindo y fascinante; ya el acercamiento a lo periodístico se dio en Canal 12, en Posadas y en el informativo cuando me acerque de lleno a las noticias”.
¿Qué es lo más importante que te dejó esta profesión, en lo personal?
Creo que la búsqueda continua aún. Siempre encaro cada mañana y el trabajo con la consigna: ¿Qué más puedo dar y a la vez recibir?. Pero desde el punto profesional, creo que ya hay un ciclo cumplido; ‘Que ya está’. Yo recibí un montón y a veces creo que no puedo dar ya en la misma cantidad que recibí. Siempre es bueno retirarse a tiempo; me gustaría poder hacerlo.
¿Hay un momento inolvidable en tu vida periodística?
No, creo que no. No hay un evento en realidad, hay períodos. Por ejemplo, yo era muy joven cuando empecé a trabajar en Canal 12, pero era en plena época del ‘Gobierno Militar’. Estaba muy animada en el oficio, pero muy inexperta en el rubro; y en ese contexto no era muy consciente de lo que pasaba realmente en el país y cual era el peso del cercenamiento de las libertades. Yo estaba feliz que tenía trabajo a los 18 años en Canal 12, pero no del todo consciente de lo que estaba pasando. Ese fue un momento difícil para mí; ese período fue complicado.
De aquella época, en la antesala del regreso a la democracia en la Argentina, Soroka también recordó que “Comencé a militar en la Unión Cívica Radical, a trabajar para la campaña de 1983. Pero ahora mirando para atrás, por ejemplo yo fui parte del programa conducido por Pinky de ‘Las 24 Horas de Malvinas’, donde amigos y vecinos me decían ‘es una locura lo que están haciendo’, en referencia a la Guerra de Malvinas. Yo veía aquella gran movida de gente que entregaba hasta lo que tenía; Ese período para mí es como raro, porque fui parte y no fui del todo consciente; y por mi rol debí haber tenido los ojos más abiertos y no lo tuve”.
¿Miras de manera diferente a la política, tras haber estado del otro lado?
Creo que a todos nos pasa con el discurso político: agobia, cansa y repite. Lo percibe el elector, lo percibe el periodista, lo percibimos todos. Nos agobia a los medios esta cosa cíclica de estar hablando siempre de lo mismo, con pocos nuevos proyectos, pocos cambios. Los actores cambian de lugar, pero las peleas son las mismas, al igual que los actores políticos.
¿Qué hacer, que darle a tu publico, tras el cansancio y el hartazgo de la política?
Qué estoy haciendo al aire me pregunto todos los días; y si lo que estoy ofreciendo es lo correcto y lo adecuado. Pero cada vez termino con un poco más de insatisfacción a modo personal desde lo profesional, es que siento que ya debo dar un paso al costado”.
“Yo tuve la fortuna y la libertad de hacer lo que amo sin haber estudiado; y ellos tuvieron la fortuna de estudiar lo que querían; y el camino lo hicieron ellos”.
¿Se sufre el periodismo?
Mirá, voy a contar una anécdota que siempre cuento. Cuando arranqué en Canal 12 era un equipo periodístico dominado por hombres y al ser mujer y muy joven, al principio me mandaban a ser las denominadas “notas de color”. Gracias a eso aprendí a ver el otro lado de la información. Quizás ahora mirando hacia atrás, a lo mejor a un muchacho no le hacían eso; o a lo mejor sencillamente porque era aprendiz y sin poner la cuestión de género en el tapete. Pero muchas veces me pregunto si no fue por ser mujer en el oficio; de igual manera yo no lo sentí y lo capitalicé, quería aprender y porque las notas fueron buenas y todo fue aprendizaje.
¿Qué es lo que más te dolió tener que dejar de lado por la profesión?
Por la profesión no tuve que dejar cosas de lado, más bien me distancié de personas por el oficio. A veces una entrevista puede ser muy buena para vos y tu público, pero a la vez puede ser muy hiriente para alguien; y son decisiones que uno tiene que tomar, tomar ese riesgo y pagar ese costo.
¿Qué te gustaría hacer, o que te queda por hacer, de ahora en adelante?
Muchas cosas vinculadas a lo comunicacional y me gustan mucho las historias de vida de la gente. Si dejara el aire me gustaría contar en el algún formato historias de vida.
Por otra parte, se le preguntó a la también periodista sobre los cambios y las transformaciones que vivió la profesión en las últimas décadas. Puntualmente se le consultó: ¿pudiste adaptarte, sobre todo a esta última etapa tecnológica?
“Me gustaría adaptarme. Porque nosotros cuando empezamos, ¿cuántas radio había? Con la irrupción de las FM y las también ‘piratas’, pese a que se multiplicaron y con la televisión pasó lo mismo, de igual manera, el número fue acotado. Hoy con la cuestión mediática tan democratizada y pluralizada, un ‘influencer’ puede ser tu fuente de información y puede tener mas seguidores y atención que uno que tenga radio de tantos años. Ese desafío me gusta: convivir con nuevos formatos, nuevos formas, nuevos contenidos”.
“Asumí pagar el costo de estar frente a un micrófono, no fue duro. No dejó marcas, pero fue incómodo”.
Por último, reflexionó que “Si uno tiene pasión por el periodismo, por la comunicación, es por ahí. No va a ser fácil, simple y no se va a dar en los términos económicos que uno piensa, pero habrá recompensa. Pero no es sólo que valga para el periodismo, vale para el arquitecto, vale para el músico, para todas las profesiones”.