Energía: fuerza vital que fluye a través de todas las cosas. Es la fuente de nuestro poder. Frecuencia: velocidad a la que vibra la energía. Se mide en Herzios.
Vibración: amplitud o intensidad de la energía. A mayor vibración, más alta la energía. El Universo está hecho de energía que vibra en distintas frecuencias.
Los pensamientos y sentimientos son energía que vibran en diferentes frecuencias.
Al enfocar los pensamientos en algo emitimos una señal con una frecuencia específica que se transmite al Universo y comienza a atraer energía que vibra a la misma frecuencia.
“Cualquier pensamiento, idea, ser o cosa es vibración y al concentrarnos en algo, la vibración del ser empieza a reflejar la vibración de lo que estamos pensando; cuánto más pensamos en ello, más afín es nuestra vibración y cuanto más afín, más lo atraemos”, Abraham Hicks.
El inhalar, aguantar y exhalar acelera el líquido cefalorraquídeo estimulando la vellosidad que tiene la glándula pineal alrededor haciendo que libere químicos sagrados. Estos cilios son los responsables de los niveles de consciencia.
Al inhalar se sube la energía hacia la cabeza encendiendo los sistemas nerviosos simpático y parasimpático liberándose enorme cantidad de energía en el cerebro haciendo que la puerta talámica se abra y el cerebro entre en un estado de supraconsciencia experimentando un estado de amor indescriptible. Es como tener un orgasmo en el cerebro y es lo que se llama liberación de la kundalini.
La pineal así activada actúa como receptor de radio captando información más allá de los sentidos traduciéndola a imágenes lúcidas, como una antena de televisión que capta frecuencias y las decodifica como imágenes.
Energía takiónica es 27 veces más veloz que la luz y es la energía del pensamiento cuando vibra en la frecuencia del Amor. Es la que utilizó Jesús para realizar milagros, Él mostró que al vibrar en un elevadísima frecuencia de Amor la mente puede dirigir la energía takiónica o energía del pensamiento para curar, etc.
El Amor es neutro, no tiene polaridad, vibra en altísima frecuencia y su energía no tiene masa.