Las 8.30 del martes 30 de mayo se fijó como inicio el debate oral y público en el Tribunal Penal 2 de Posadas, que juzgará a Carlos Elizandro Cruz, joven de 26 años acusado de matar a puñaladas a un vecino y amigo, Ramón Fretes (63) también changarín de olerías y criaderos de chanchos en el barrio El Porvenir II.
El juicio del expediente 83854/20 es por “homicidio simple” y tendrá como integrantes del Tribunal a los camaristas titulares Carlos Jorge Giménez, Gregorio Augusto Busse y César Antonio Yaya. La acusación también corresponderá al fiscal del TP-2, Vladimir Glinka.
Se pautaron cuatro jornadas corridas para producir y debatir prueba y la última, el viernes 2 de junio, para alegatos y sentencia.
Carlos Elizandro Cruz es nacido y cuenta con domicilio en Candelaria. Tiene 26 años y el juez de Instrucción 6, Ricardo Walter Balor, le imputó el asesinato a estocadas de cuchillo registrado entre la noche del jueves 20 y madrugada del viernes 21 de agosto de 2020 en una construcción precaria de retazos de madera en la zona sur posadeña.
La causa fue elevada a juicio en diciembre de 2021 y este año ingresó a la agenda de debates del Tribunal mencionado.
Según el requerimiento de elevación, Fretes murió por una puñalada que le penetró el plexo, debajo del esternón y sobre el abdomen. La lesión profunda le provocó el shock hipovolémico en pocos segundos.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN remarcaron que el óbito se registró durante la madrugada del viernes 21, pero que la ronda de tragos en la que estaría probado estaban víctima y victimario se inició varias horas antes, entrada la noche del jueves 20 de agosto y cuando este tipo de encuentros estaban prohibidos por el decreto presidencial que ordenaba el aislamiento de todos los ciudadanos en sus hogares para frenar la pandemia de COVID-19.
Por el hecho la policía detuvo a un sospechoso y secuestró elementos, como ser el arma blanca supuestamente utilizada. La víctima, identificada como Ramón Fretes (63), murió a causa de una herida punzo cortante.
Fue así que a las 0.45 del viernes, un llamado al 911 efectuado por un vecino de la zona dio aviso que Fretes fue atacado y ya no manifestaba signos vitales.
Una patrulla de la comisaría Decimoquinta de la Unidad Regional X llegó en pocos minutos al lote 1, manzana D del asentamiento El Porvenir II, ubicado en la intersección de la avenida Alicia Moreau de Justo (ex ruta provincial 213) y la ruta nacional 12, tramo conocido como “by pass” en el Arco y la ex Garita (kilómetro 10) en Garupá.
Del diálogo con los vecinos y los datos aportados se describió al agresor y fue hallado oculto a dos kilómetros del lugar del hecho.
Luego, la policía profundizó la búsqueda del arma. Para ello, la Brigada de Canes aportó a “Flash”, ejemplar de la raza Bloodhound quien buscó un rastro en un radio de 200 metros y “marcó” una casa precaria, donde se reunían a beber entre amigos, y esa madrugada estuvieron Fretes y Cruz.
Se espera que en el juicio se establezca el motivo que habría empujado a Cruz a cometer el ataque con arma blanca. Se presume, que fue una discusión circunstancial que se zanjó de la peor forma y caldeada por el estado etílico.