Misiones se encuentra enclavada en una región subtropical con presencia de heladas; por ello, con la llegada de junio y las primeras heladas se genera una baja en cuanto a la calidad del forraje y también en la tasa de crecimiento de las pasturas, que normalmente se utilizan para la ganadería.
Los animales que deben pasar su primer invierno posdestete son quienes más sufren; por lo tanto ante la necesidad de atenuar el impacto de la falta de forraje y los elevadísimos costos de los alimentos balanceados, el ingeniero agrónomo del INTA, Mauro Loto habló con Eco&Agro para explicar de qué se habla cuando se habla de “pasturas diferidas” y de las estrategias de las que se echan mano para que no falte la comida para los animales en las estancias ganaderas.
“Aunque puede ser diseñado de diferentes formas, hacer pastoreo rotacional diferido consiste en dividir el rancho en varios potreros y con la carga animal adecuada pastoreando en forma rotacional de un solo hato de ganado en cada potrero a la vez”, amplió Loto.
“Es importante remarcar que cuando hablamos acerca de las reservas de forrajes, es decir cuando se hacen pasturas diferidas, la clausura de potrero en cuestión conviene hacerla entre febrero y marzo para acumular todo ese crecimiento para utilizar en el invierno. Dentro de ese esquema la especie jesuita gigante sería el tipo de pastura más indicada para hacer esa práctica; pero, a su vez cuando esas pasturas están bajo los sistemas silvopastoriles esa técnica se potencia porque el árbol genera un efecto de protección contra el frío. Es lo que más se recomienda hacer cuando se aplica ese tipo de práctica”, remarcó Loto.
Si bien es cierto que la capacidad de acopiar forraje podrá hacerse de acuerdo a las capacidades tecnológicas y a la infraestructura que tengan los productores para encarar la temporada, hay tres alternativas a mano: la primera es silaje de cultivos anuales como maíz o sorgo, o silajes de cultivos locales perennes como caña de azúcar o de pasto de elefante, que se conservan húmedos para que sufran una fermentación anaeróbica a través de la compactación de ese material picado, que genera ácido láctico que actúa como conservante del forraje.
Otra alternativa está dada por el heno que es una deshidratación del forraje que se seca al sol, se prensa y se arman rollos o fardos para paliar la situación.
Por último, la tercera alternativa para acopio de forraje voluminoso y que no requiere uso de tecnologías ni de intensificación, porque no se cuenta con la maquinaria para hacer silo, la manera más sencilla es el diferimiento de las pasturas, que solo implica clausurar una parte del campo para acumular el crecimiento del otoño y ese pasto se difiere para usar en invierno.