La policía abocada a la investigación del homicidio de un colono de 44 años presuntamente en manos de su hermano, allanó dos propiedades del sospechoso y culminó con la revisión a fondo de la camioneta secuestrada en su chacra, la misma con la cual habría escapado tras disparar a su familiar. No hallaron el arma de fuego utilizada y del acusado se desconoce el paradero desde el lunes al mediodía. Sí secuestraron al menos tres escopetas y un rifle, algunos de fabricación casera y otros de aire comprimido modificados que investigarán si tienen relación o no con el hecho.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN indicaron que los últimos procedimientos a fines de esclarecer el homicidio de Omar Eduardo Da Silva (44) no arrojaron resultados positivos en cuanto a que por el momento no aparece el revólver calibre 22 milímetros que utilizaron para dar muerte a la víctima, supuestamente en las manos de su hermano Julio Da Silva (35) quien se mantiene oculto de la Justicia desde el pasado lunes.
En la camioneta en la cual el sospechoso huyó de la escena, en el paraje Mondorí de Pozo Azul distante a unos 50 kilómetros de San Pedro, no ubicaron el arma homicida y levantaron huellas dactilares y otros elementos de prueba para la causa en la que interviene el juez de Instrucción 1 de San Pedro, Ariel Belda Palomar. En al menos dos propiedades del sospechoso secuestraron cuatro rifles y balas.
Una de las hipótesis sobre el ataque que tienen sobre la mesa investigadores de la Unidad Regional XIV, es que la pelea se originó por una discusión política, puntualmente por una apuesta informal realizada antes de las elecciones provinciales celebradas el domingo último, un día antes de que asesinaran de un balazo en el estómago.
Otra versión habla de una disputa por lotes y chacras de la familia que eran administradas por los hermanos. Esta semana se espera que comiencen a ser llamados a indagatoria familiares tanto del acusado como de la víctima fatal. Sobre todo, será clave la versión de un sobrino de ambos, un joven de 25 años, quien contó en la policía que observó el ataque porque justo llegaba el lunes a la casa de la víctima y que pese a llevarlo al hospital más próximo, horas después murió.
El resultado preliminar de autopsia reflejó que Da Silva murió como consecuencia de un disparo en la zona del abdomen que según averiguó este medio, le perforó los vasos sanguíneos.
Al menos tres disparos fueron los que salieron del arma que blandió supuestamente Julio Da Silva para luego huir en su camioneta 4×4 blanca, hallada abandonada en su chacra cerca de la noche del día del homicidio a 45 kilómetros de donde ocurrió el hecho.