Motoqueros de los servicios de mandados y delivery de Posadas manifestaron su preocupación y bronca por el ataque y las lesiones que sufrió uno de sus compañeros el lunes por la noche de manos de un comerciante que descargó su furia porque las pizzas que encargó demoraron más de lo pactado y llegaron frías.
Alrededor de treinta motociclistas cortaron la avenida Uruguay y calle Barrufaldi a pocos metros del Mástil del cruce con avenida Mitre y a media cuadra de la vivienda y local textil de Santiago Pissani (55) acusado de la golpiza y que permanece con paradero incierto pero con pedido de captura hasta en los controles fronterizos por parte del juez de Instrucción, Juan Manuel Monte.
Cerca de las 19 de este jueves los motociclistas, la mayoría jóvenes entre los 18 y 30 años, se convocaron por calle Barrufaldi frente al emprendimiento de Pissani y decidieron que la protesta tenga estruendo de caños de escape, bocinas y cohetes cortando la ancha avenida Uruguay.
La protesta no registró incidentes y duró poco más de una hora. Reclamaron puntualmente que la Justicia responda e investigue al comerciante que lesionó a un colega de 23 años, Sebastián Lafuente. Pero también que la policía los cuide en los horarios de mayor peligro para su labor en la calle.
Sobre este punto, Carlos Ríos, uno de los manifestantes y organizadores de la medida de anoche, relató a PRIMERA EDICIÓN: “Pedimos que nos ayuden a trabajar un poco más seguros (…) Hay sectores de Posadas que si decidimos llevar un pedido nos acompañamos entre tres o cuatro motos. Pero también queremos que no haya impunidad y que busquen a este comerciante que atacó a nuestro compañero”.
“Corremos el riesgo todos los días. No queremos que lo ocurrido con Sebastián se repita, queremos que la gente sepa y por eso cortamos la calle y protestamos. Si no lo hacemos así, nadie nos va a escuchar”.
“Durante la pandemia nos aplaudían como héroes, ahora ya se olvidaron que trabajamos en el mayor de los riesgos. Ahora nos roban en la calle, nos tiran piedras para intentar sacarnos la plata y la moto (…) Nosotros trabajamos doce horas por día para ganar seis o siete mil pesos, pero también tenemos que registrarnos como monotributistas, reparar las motos, pagarnos el combustible, la comida, laburar con lluvia, frío o calor”.
Ríos además manifestó: “Esperamos que se entregue este señor (Pissani) y le explique al juez qué hizo y pague por ello. Nosotros queremos trabajar en paz, no nos regalan nada, no somos proveedores del Estado, laburamos para ganarnos el pan”.
Otros muchachos coincidieron en que hay barrios de Posadas que las empresas de reparto marcaron como puntos a los que no llevaran ningún pedido porque son asaltados. “Te tiran piedras por ejemplo en la chacra 181 o en Parque Adam para sacarte la comida y el celular. Solicitan la comida y cuando llegás te lo arrebatan y afanan”, relató uno de los jóvenes en plena protesta.
“Misterio”
De fuentes consultadas se pudo saber que aún no le respondieron al juez Monte, la solicitud que emitió el martes a la policía con los antecedentes completos de Pissani.
En cuanto al paradero del exluchador de artes marciales, este jueves continuó en el misterio. La vivienda de calle Barrufaldi, en cuya vereda se registró la golpiza al delivery, sus familiares directos la están habitando.
El declarado prófugo en tanto, respondió a este Diario telefónicamente y adelantó que baraja “para el lunes”, la posibilidad de presentarse ante Monte y declarar. “Voy a esperar que se enfríe esto primero”.