Como ya es habitual, la Fiesta Nacional del Surubí regala emociones no solo a los casi 3.500 pescadores que participan de la competencia, sino también a aquellos que llegan a la ciudad de Goya para disfrutar de una gran exposición en el predio Costa Surubí, o simplemente disfrutar de los espectáculos de primer nivel que se suceden desde el miércoles.
La pieza mayor fue un ejemplar de 126 centímetros que pescó Andrés Escobar en la zona 14. Con esa pieza, el pescador de Malabrigo, Santa Fe, se llevó la copa Pirakutú; mientras que por sumatoria de puntos los ganadores fueron Ricardo Spontón, Alejandro Magnaco y Oscar Duarte, de Reconquista con cuatro capturas de 105, 78, 64 y 52 centímetros que sumaron 54,20 puntos.
La competencia se realizó con un clima ideal y el público pudo disfrutar del paso de las embarcaciones lanzadas en velocidad por el riacho Goya. Ese espectáculo estuvo en duda hasta el final debido a los graves socavamientos en la costanera de la ciudad.
El sábado, antes de la partida -se produjo siete minutos antes del horario previsto-, dos lanchas literalmente fueron sepultadas al deslizarse un sector de barrancas del parque cerrado. Algunos golpes y dos lanchas destruidas fue el saldo del incidente. Ya en horas de la noche, un competidor murió en plena competencia a causa de un problema cardíaco.
Como ya es habitual, algunas embarcaciones sufrieron daños debido a los sucesivos impactos contra el oleaje que se forma en el riacho con el paso del millar de lanchas. Un equipo de Misiones estuvo a punto de naufragar en pleno río Paraná cuando el casco sufrió una rotura en la parte inferior, provocando el anegamiento total. Los tres pescadores de Posadas lograron llegar hasta una playa, donde aguardaron la llegada de un equipo de asistencia de la organización.
La organización de la Fiesta Nacional de Surubí cuenta con varias embarcaciones de asistencia a lo largo de toda la competencia, que se realiza en una cancha de casi 100 kilómetros de largo. Uno de ellos acudió en auxilio de los misioneros, y con la asistencia de un especialista en reparaciones de cascos, solucionaron el problema y el equipo pudo empezar a pescar cerca de la medianoche. Los posadeños incluso fiscalizaron un ejemplar antes del amanecer del domingo. Un mimo del Paraná después de semejante susto.
Los datos estadísticos que difundió la Comisión Municipal de Pesca tras el cierre de la 46ª Fiesta Nacional del Surubí impactan. De los 1.157 equipos que se inscribieron, 854 provenían de otras ciudades e incluso países. En cuanto a las capturas, 66 surubíes fueron fiscalizados por competidores locales y 243 por foráneos.
Se puede decir que el “Mundial de pesca” es inclusivo porque participan embarcaciones con motorizaciones de muy baja potencia (se les asignan zonas más cercanas a la ciudad) hasta yates. Hubo 43 lanchas con motores de menores de 36 HP; el grupo de las que tenían plantas impulsoras de entre 36 y 55 HP sumó 250 equipos (el más numeroso). Los de entre 56 y 70 HP fueron 238; y los de entre 71 y 110 sumaron 169. Otro grupo numeroso fue el de las lanchas equipadas con motorizaciones de entre 111 y 140 HP, que totalizaron 234.
Las más potentes, de entre 141 y 199 HP fueron 78; y hubo 46 equipos con motorizaciones de entre 200 y 225 HP. Con más de 225 HP se anotaron otras 38 lanchas.
Las zonas con más capturas fueron la 20 (confluencia de los arroyos Alemán y el Soto), con 33 ejemplares; la 18 (El care), con 28; la 15 (arroyo El Chorizo), con 23; y las zonas 13 y 1, con 21 surubíes cada una (Isla Las Ruedas y el tramo del Paraná comprendido entre el acceso al Isoró y el Soto).