En todo el país, el acceso a la vivienda digna es uno de los reclamos de personas con discapacidad. En este sentido, como parte de las medidas sociales del Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IPRODHA), cuentan con un grupo de viviendas pensadas para discapacitados y otra tanta destinada a pacientes trasplantados o en riesgo.
Para ello, la demanda también es constante y en personas con discapacidad motriz, tienen casas adaptadas y un cupo que tiene un alto requerimiento. Sobre esto, PRIMERA EDICIÓN se comunicó con el área de Adjudicaciones, a cargo Cristina Lamkoski, además de la Gerencia Social, con su titular María Silvia Joulia.
Cumplir con el cupo
Respecto a la asignación habitacional para personas con discapacidad, Joulia explicó que existen normativas vigentes de Nación, “con un cupo del 5% en los planes de viviendas que se ejecuten con el Fondo Nacional de la Vivienda (Fo.Na.Vi)“. Sumado a esto, recordó que “tenemos una ley provincial (19/23) que nos pone un 5% de viviendas destinadas a personas con discapacidad”.
A través del IPRODHA, en la década, relató que sólo para discapacidad motriz fueron “4.115 los beneficios entregados”. Sumado a esto y en otros tipos de discapacidad, señaló que “3.798 se entregaron a discapacitados, lo que hace un promedio de un 10% del total de viviendas de los últimos 10 años”. Por ello, resaltó que “el Instituto supera el porcentaje establecido por ley”.
En la provincia, con una demanda constante en las inscripciones para adjudicación de vivienda, la titular de la Gerencia Social comentó que “en los datos del 2023, tenemos unas 800 familias que dicen tener alguna discapacidad o que convive con un discapacitado dentro del grupo familiar y que podrían necesitar vivienda”.
En materia de acceso a una casa a través de una convocatoria pública, Joulia aseguró que “tenemos diferenciadas las viviendas para demandas generales y después están aquellas adaptadas para discapacidad”.
En este sentido, para contar con espacios que contemplen a la población objetivo, detalló que “por un lado trabajamos con discapacidad motriz, con una vivienda adaptada a estas condiciones, ya sea silla de ruedas, un andador o la persona tenga un impedimento de movilidad que lleve a necesitar una baranda especial en el baño o inodoros más altos. Son un montón de requerimientos específicos y por ello se destina un 5% este tipo de viviendas a personas con discapacidad motriz”.
Más allá de una casa adaptada en esta necesidad, recordó que “quedan todas las otras discapacidades, que también se cubren, pero con la demanda en general”. Misiones, en la convocatoria en general para el acceso a vivienda, “tiene un alto porcentaje de gente con discapacidad que ingresa por ese lado”, añadió.
Asimismo, recordó que en la demanda generalizada también se encuentran “los trasplantados y en lista de espera, donde cuentan con una ley y el Instituto se solidariza con estas familias”. En este caso, aclaró que “no contamos con un cupo asignado, pero recibimos la lista de pacientes críticos y se trabaja con ellos para llegar a la vivienda”. En estos casos, es prioridad en aquellos “que tengan cuestiones relacionadas con su seguridad e higiene”, aseguró.
En este trámite para finalmente acceder a una casa, María Silvia Joulia contó que “cuando se abre una convocatoria para la adjudicación de una vivienda, la inscripción es permanente y voluntaria”. Con esto, indicó que “cada familia debe ocuparse y participar de los sorteos”.
Por otra parte, expresó que, al momento de completar la ficha, los discapacitados motrices “deben señalar el tipo y deben cargar el Certificado Único de Discapacidad”. Entre los requisitos y la carga del CUD, que certifica la discapacidad, detalló que “necesitamos que lo tenga, porque también a nivel nacional nos piden que la persona cuente con la certificación”. Contar con esta documentación permite “ser reconocida dentro del sistema como alguien a quien le corresponde ese beneficio”.
Para avanzar en la adjudicación de la vivienda, la titular de la Gerencia Social del IPRODHA precisó que “una vez que llamamos para pedir el legajo con la documentación, se actualizan todas las fichas, comprueban la discapacidad al pedir el CUD (con su fecha de actualización) y los ingresos”. En el caso de las personas con discapacidad motriz, “se hacen visitas al domicilio para corroborar fehacientemente que hay un discapacitado dentro del grupo familiar”, detalló.