¿En que pensás cuando mirás hacia abajo y cuando mirás arriba? Según la PNL (Programación Neurolingüística), al mirar hacia abajo estamos pensando en nuestro pasado y al hacerlo hacia arriba, en nuestro futuro. En ambas nos olvidamos de nuestro presente, que es lo único que tenemos, el único momento en que vivimos.
Si hablamos de colores, ¿qué color le pondrías al tiempo futuro y cuál al pasado? Seguramente surgirán muchos colores distintos. Es una pregunta de amplias respuestas porque depende de lo que hayamos pasado, igual aquello que pretendemos de nuestro futuro que se va convirtiendo en pasado a cada segundo.
Solo nos queda el ahora, el ya, este momento. ¿Qué color tiene este momento en tu vida? Si estás triste seguro será azul o gris; si estás feliz será naranja, verde, rosa o amarillo. Ponéle color a este momento. Para mí, este presente mientras escribo es verde porque me estoy conectando con palabras que salen de mi corazón, porque me siento tranquila y en paz. Ahora háganlo ustedes, pónganle color a su presente.
Con este simple ejercicio van a estar trabajando energéticamente desde la cromoterapia con el color índigo, abriendo su tercer ojo y disfrutando de este momento. Hay un cartelito que circula en las redes que dice: “Un día a la vez”. Yo achicaría mucho más el tiempo y diría: “Un minuto a la vez”, para poder estar y disfrutar de lo que estoy viviendo en este momento.
Muchas veces pasamos por situaciones difíciles que nos saturan, nos agobian; en las que no sabemos qué hacer. En lo personal estoy realizando ejercicios para que cuando esas situaciones aparezcan saber cómo debo actuar, para no llenarme de malos sentimientos como frustración, angustia o bronca. A mí me sirvió esto de “un minuto a la vez”.
Respirar profundo y hacer brillar más que nunca el color relacionando a nuestro corazón, que es el verde. Lo visualizo, envolviéndome como un escudo que envuelve también a la otra persona que me puede poner en situación de conflicto, y solo me digo: “Sé amor, porque soy amor”. Esto es lo que a mí me ayuda en estas situaciones. Quizás también te sirva para lidiar con situaciones similares.
Recuerda que todos somos uno, que todos estamos conectados y que en esas situaciones difíciles hay grandes aprendizajes.
No olvides abrazarte. Que tengas un ¡feliz domingo!