Si experimentas cosas alegres en el exterior es porque en el corazón atesoras palabras de amor, abundancia y pasión por las cosas buenas. Todo lo que sucede en el exterior es un espejo del interior humano.
Esta breve historia real refleja un día de una mujer, que la mayor parte de las 24 horas de su día realiza declaraciones con malas palabras y descalificativos hacia la vida y las demás personas. Tira su residuo tóxico hacia afuera y el universo le responde: Ella iba caminando por la vereda se prende de un tacho de residuos creyendo que estaba sujeto al piso y no, este se desprende y vuelca toda su basura en sus pies.
La mujer tuvo que inclinarse y juntar con sus manos todos esos residuos porque no podían quedar ahí en la vía pública. En definitiva, nada es casualidad, los efectos del exterior son la causa de las palabras que atesoras en el corazón y la mente.
El aprendizaje de esto es que mejor cultiva frases que eleven el hecho de estar vivo y que te valoren a ti y a las personas. Reconocer lo maravilloso de la creación te hace grande por dentro y eso ilumina en el exterior, y no es una mera casualidad sino que guardaste tesoros dentro de ti.