La Cámara de Apelaciones en lo Penal y de Menores de la provincia dejó firme la prisión preventiva que pesa sobre Rogelio Andrés “Koki” Texeira (26), por el crimen del menor Josías Galeano (15), perpetrado en Oberá a mediados de mayo pasado, según fuentes del caso.
De esta manera, la Sala II del alto órgano judicial, con el primer voto del magistrado José Alberto López y adhesión de Jacobo Mass, confirmó la decisión del juez Horacio Alarcón, titular del Juzgado de Instrucción 2 de Oberá, que acusó formalmente a Texeira por “homicidio”.
En su momento la defensa del imputado apeló esa determinación, que ahora finalmente fue analizada por la Cámara, que se expidió a favor de lo que dictó el magistrado original de la causa.
Tal como publicó este Diario, Alarcón fue el primero en intervenir en el hecho, tras el hallazgo del cadáver en junio pasado.
Sin embargo, según la autopsia el menor fue asesinado el mes anterior, en el turno del juez Pedro Benito Piriz, a cargo del Instrucción 1 de esa misma ciudad, quien a partir de ahora podrá avanzar con el expediente y encaminar el proceso penal hacia el juicio oral y público.
Fundamentos
Según la resolución de la Cámara de Apelaciones, existen “riesgos procesales y peligro de fuga”, del único detenido por el homicidio del adolescente. Vale recordar que este individuo se mantuvo prófugo durante un tiempo tras aparecer como sospechoso en la causa y esta situación no lo favoreció.
Además, podría haber “entorpecimiento de la investigación”, indicaron los camaristas. Vale decir que el contacto del ahora procesado con algunos testigos claves, algunos conocidos del involucrado, pueden llegar a impedir la correcta averiguación de la verdad, que puede ser obstaculizada e incluso el imputado puede influir sobre sus testimonios.
Uno de los puntos finales de la resolución indicó que todo esto se suma “a la severidad de la pena que podría caberle” al sospechoso.
Es decir, que la calificación del hecho que se le atribuye, en este caso “homicidio” tiene una expectativa de pena muy alta, razón suficiente para concluir que podría intentar evadirse.
Por ello la confirmación de la preventiva mantiene el encierro cautelar del sospechoso ordenado por el juez instructor.
La causa
El sábado 30 de abril del año pasado Josías salió de su casa en el barrio Villa Blanquita de Oberá y no regresó. Luego de que su madre radicara la denuncia por su desaparición, comenzó una búsqueda que duró 34 días hasta que los investigadores obtuvieron una pista certera. Un testigo afirmó que le llevaba alimentos a un joven conocido como “Koki”, quien también era buscado por la policía porque supuestamente fue visto junto a Josías.
Pero el dato más importante que dio a los uniformados fue que “Koki” le confesó que mató al menor. Estos dichos orientaron los rastrillajes policiales hacia un bañado ubicado en el barrio Prosol de Oberá, donde el viernes 3 de junio del 2022, a las 19, hallaron semisumergido el cuerpo de la víctima. Por el avanzado estado de descomposición la autopsia en ese momento no pudo determinar causa de deceso.
“Koki” fue detenido cuatro horas antes del hallazgo del cuerpo. Estaba en la zona junto a una cuadrilla de tareferos. En cuanto a la causa de muerte, una avanzada prueba bioquímica arrojó que Josías murió por “asfixia por sumersión” y en base a un cotejo de organismos microscópicos se supo que su deceso se produjo en el lugar donde lo hallaron, indicaron fuentes del caso. La hipótesis más firme que se maneja desde la investigación es que Josías se ahogó en estado de indefensión en el bañado. Cayó al agua con vida según los forenses y por los indicios existentes tuvo que intervenir otra persona. Ya sea para evitar que salga a la superficie, o con alguna agresión que le produjo desmayo.