A pesar de que con el paso del tiempo se conocen más los beneficios de la lactancia materna, una de las situaciones que se ven con mayor frecuencia es la de mamás que, sin ningún tipo de consulta previa y en base a mitos e ideas erróneas, cambian la lactancia por la mamadera y la leche de fórmula. Así lo confirmó la responsable del Consultorio de Lactancia Materna del Hospital Materno Neonatal, Cristina Zinch, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
“Es el problema que más se nos presenta. La mayoría de las derivaciones que vienen de los pediatras son por ese motivo. Es la demanda más grande que tenemos”, indicó Zinch.
Según lo explicó la especialista, la decisión de pasar a la leche de fórmula sin consultar tiene que ver con dos variantes. En primer lugar, que la lactancia en sí sigue siendo una práctica llena de mitos y desconocimiento. En segundo lugar, a que la lactancia está asociada únicamente a lo alimentario, no a los beneficios inmunológicos y afectivos para el bebé.
“La lactancia satisface también otras necesidades que no están relacionadas sólo a la alimentación. Suele pasar casi siempre que las mamás llegan a la casa y se encuentran con su entorno familiar de la tía, la abuela o la vecina, y les dicen que el bebé necesita algo, que no se está llenando, que llora porque quiere comer; como si el llanto del bebé solo estuviese vinculado a la alimentación”, agregó la Licenciada en Enfermería.
Por otro lado, es grande el porcentaje de madres que, ante problemas que son frecuentes como las congestiones mamarias o las grietas en las mamas, automáticamente eligen pasar a la leche de fórmula. Por todo eso “tenemos que reforzar la cultura del amamantamiento. Porque ahora nos venden mucho la cultura del biberón. Es dificil mirar las propagandas y no ver una leche de fórmula. Ojalá hubiese propagandas que estén relacionadas a la lactancia materna natural”, continuó Zinch.
Además, se debe reforzar la lactancia materna porque, como lo explicó la especialista, son muchas las mamás que dan de lactar a sus bebés debido a que éste es un hecho cultural aprendido. Es decir, “porque vieron a sus madres, tías o abuelas hacerlo; pero lo hacen sin conocer por qué motivos es una práctica buena para el bebé”, señaló.
Amplia demanda
Pensando en todo lo anterior es que, en 2014, comenzó a funcionar el Consultorio de Lactancia Materna en el Hospital Materno Neonatal; un espacio que, mediante turnos programados y a demanda, atiende de 10 a 12 mamás por día que llegan por “motu proprio”, o derivadas por el médico pediatra a evacuar sus dudas sobre el amamantamiento.
“Lo que más surge en consulta son los mitos de la lactancia; como por ejemplo, que el calostro no es leche, que no le va a llenar al bebé, que es un agüita, que el bebé sí o sí necesita chupete y biberón, que la leche de la mamá nunca es suficiente, entre otros. Nos llama siempre la atención que la población desconoce los beneficios de la lactancia, sobre todo las madres primigestas”, precisó Zinch.
A todas esas madres se le brinda una asesoría y un control del embarazo: “Les damos un taller sobre la lactancia materna, el proceso fisiológico que ocurre durante la gestación, cómo es cuando nace el bebé, cómo es la primera hora de oro donde el bebé descubre el mundo a través del pecho materno, cómo es la cuestión hormonal, el calostro, las técnicas y otros puntos importantes”.