Hoy continuamos con las reflexiones sobre la no violencia del Mahatma Gandhi, lectura que hemos elegido para transcribir sintéticamente en estas vacaciones. Refiriéndose al principio universal de Ahimsa (no violencia), Gandhi lo calificaba como una ley superior que hace vibrar la energía del espíritu. Por eso, ante los graves conflictos bélicos de su época expresaba: “No hay ninguna salida posible fuera de la verdad y de la no violencia. Sé que la guerra es un mal, un crimen que no admite excusas. Sé igualmente que debe ponerse todo el empeño en que no reaparezca este azote de la humanidad (…). Ni la falta de la verdad ni la violencia, sino únicamente la no violencia y la verdad pueden responder a la ley de nuestro Ser”.
Por eso nos explicaba que “Himsa significa causar dolor o matar (…) por ira, con fines egoístas o con la intención de dañar. Abstenerse de ello es Ahimsa o no violencia. Ahimsa es un atributo del alma y, por consiguiente, ha de ser practicada por todos en todas las instancias de la vida. La no violencia es un estado perfecto. Es una meta hacia la cual se dirige la humanidad, de modo natural pero inconsciente”.
Además, “poseer armas implica un elemento de temor, y hasta de cobardía. Pero la genuina no violencia es imposible si no se posee una intrepidez inalterable, porque la no violencia y la cobardía se excluyen mutuamente. Si no hay genuina intrepidez, tampoco hay auténtica no violencia”. En estos días es difícil, si no imposible, salvo para una minoría, vivir conforme a estos elevados principios.
Por eso mismo, “la no violencia tiene éxito solamente cuando tenemos una fe vívida en Dios. Pero también la tolerancia está implícita en la no violencia. No somos otra cosa que unos pobres mortales, expuestos a las contradicciones de la violencia, porque en el dicho ‘la vida alimenta a la vida’ hay un significado muy profundo. No podemos vivir un solo momento sin cometer –consciente o inconscientemente- una violencia física, porque el hecho de comer, beber, vivir, caminar, lleva necesariamente consigo la destrucción de ciertas formas de vida, por muy pequeñas que sean.” Y hay más implicancias que veremos en la próxima nota.
Namasté.