Emprender es una decisión y un cambio radical en la vida de un ser humano. Ser emprendedor es un proyecto de vida; es prever un futuro a nivel personal y empresarial desde una visión que considero, debe ser optimista.
Ser emprendedor no es sólo empezar un negocio, es un estilo de vida. Lo cierto es que una de las motivaciones más grandes del emprendedor es ser libre y su propio jefe, pero es recomendable que disfrutes de tu libertad con responsabilidad y que cumplas tus ideales con determinación. Iniciar un negocio es saber que te tienes a ti mismo para motivarte y para que vayas encontrando la forma de ir haciendo las cosas necesarias para que tu emprendimiento vaya avanzando.
Cuando la idea de emprender se apodera de alguien, lo empieza a rodear una energía única que lo llena de entusiasmo y que le da las ganas para querer concretar un concepto que será parte de su vida. Pero también es fundamental reconocer que, para un emprendedor también hay días que son de crisis y que se va a enfrentar a grandes retos e inconvenientes, ya que de manera permanente deberá garantizar la supervivencia de su negocio. Por eso, es bueno que desarrolles tus actividades cotidianas de una forma integral y equilibrada.
La vida del emprendedor a veces hace que te cuestiones si quieres seguir adelante, porque todos los negocios tienen sus altas y sus bajas. Seguramente, algunas veces te vas a preguntar: ¿Lo estoy haciendo correctamente?
¿Cómo podría mejorar, aumentar mis ventas, atraer a más clientes?. Pero pese a esto, no olvides qué hizo que te convirtieras en un emprendedor, y recuerda que vas a adquirir conocimientos que van a perdurar toda tu vida. Trata de tener siempre una disposición para aprender cosas nuevas y procura ser propositivo. El emprendedor sabe que las caídas son parte del camino hacia el éxito y por ello nunca se detiene, y en ellas encuentra un impulso para salir bien liberado de cada situación; valora cada equivocación que cometes y aprende de ella.
La retroalimentación es básica para un emprendedor, y hay que inspirarse y aceptar consejos y críticas constructivas de emprendedores que ya cuentan con una gran experiencia en el tema. Hay que estar siempre abierta al cambio, a escuchar y a mantener una visión más allá de lo que se tiene enfrente.
Ser emprendedor requiere tener iniciativa, fuerza interior y creatividad; ver siempre lo bueno e interesante de las cosas; aprender de los errores. Asimismo, se requiere ver todo lo que se presenta como oportunidad y reconocer las limitaciones para superarlas. Hay que ser también un constante observador.
Desde el inicio, el emprendedor debe tener claro de que formar una empresa va más allá de tener buenas ideas o de tener claros los problemas para llevar a cabo el proyecto deseado.
Ser emprendedor es una forma de vivir. Es una tarea sin fin. Es salirte de tu zona de confort. Es ocuparse cada día en desarrollar la imaginación para beneficiar a tu emprendimiento. Es trabajar con pasión y no ver tu actividad como un sacrificio para ganar dinero. Es no temerle al fracaso y buscar ser el mejor para lograr metas establecidas y no dejar de insistir en alcanzar tus sueños.
Un negocio se funda no sólo para hacer dinero, también nace para generar apoyo y crecimiento en diferentes esferas de la sociedad, tales como las sociales, ambientales y culturales que trasciendan en el tiempo. Los grandes logros no llegan de la noche a la mañana, para alcanzarlos hay que tener paciencia; se necesita de tiempo, trabajo duro, compromiso y dedicación. Estudia, analiza tu idea de negocio y no pierdas el tiempo.
Consigue los recursos para poder capitalizarla y hacerla una realidad, un estilo de vida. Si tienes el deseo de emprender no tengas miedo, lánzate a esta gran aventura y empuja con toda tu energía lo que has imaginado tantas veces.