Como en cada paso fronterizo de Misiones, la circulación de turistas que se dirigen hacia las playas de Brasil se mantiene en alza, y, por supuesto, los brasileños también visitan las localidades misioneras aledañas, principalmente para hacer compras.
Sin embargo, esto no está ocurriendo con normalidad en Bernardo de Irigoyen, ya que por la larga fila que demanda alrededor de tres horas de espera, ciudadanos de Dionísio Cerqueira y Barracão evitan cruzar para consumir en los comercios misioneros.
“Sucede que hay solo un carril. Por eso los brasileños ven la fila extensa y regresan. Pero es un problema pura y exclusivamente de la aduana argentina, porque no hay infraestructura para hacer una fila diferencial. Sin embargo, Brasil sí respeta la Ley del Mercosur, la cual indica que podés ingresar al país y tenés 60 kilómetros para circular sin la necesidad de hacer los trámites migratorios. Es decir, ellos sí respetan el tránsito vecinal para las personas que pasan con el único objetivo de hacer compras. Solamente a los turistas que pretenden vacacionar los registran”, explicó a modo de reclamo el presidente de la Cámara de Comercio de Bernardo de Irigoyen, Walter Feldman, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
El funcionario apuntó que las filas extensas comenzaron a intensificarse a principios de enero y predominan los fines de semana. Insistió en que la aduana de Argentina únicamente cuenta con dos casillas que funcionan: “Una está sobre la avenida y la otra ‘dentro de la aduana’, o sea, hay que bajarse del vehículo e ingresar a hacer el registro”, aclaró.
El hecho de que el movimiento comercial de Irigoyen se viera reducido a causa de la poca concurrencia de brasileños, deriva en constantes reclamos de los comerciantes de esta localidad. Al respecto, Feldman sentenció: “Lamentablemente los trámites migratorios se realizan en el horario comercial -de 7 a 19-, pareciera a propósito, para perjudicar al comercio de Bernardo de Irigoyen”.
Consecuencias para el comercio interno
“La parte comercial del pueblo parecía una ciudad fantasma, no pasó un brasileño, porque no quieren enfrentar en Argentina la fila en la que esperan una cantidad de personas, entre turistas y los que forman parte del tránsito vecinal”, relató el presidente de la Cámara refiriéndose al último domingo.
Aunque los días entre semana el movimiento mejora e incluso algunos turistas de la provincia pasan la noche en Irigoyen para continuar su viaje al día siguiente, el “caos” de los sábados y domingos repercute notablemente en las ventas.
“La frontera de Bernardo de Irigoyen es única en el país, porque es terrestre y el límite es mínimo. El circuito comercial de la ciudad comprende nada más que tres cuadras, por este motivo es ridículo que del lado argentino soliciten un trámite migratorio tan estricto para el tránsito vecinal, de gente que viene (o va a Brasil) entre cinco y diez veces por día para hacer compras” reiteró Feldman.
En este punto, mencionó que “más del 50%” de los brasileños que deciden cruzar lo hacen caminando y estacionan sus vehículos del otro lado.
“Entonces compran solamente en los negocios que están alrededor de la avenida, cerca de la frontera, y llevan unas pocas bolsas de mercadería. Por el contrario, si cruzaran con el auto comprarían mucho más, pero evitan hacerlo por las largas filas, horas de espera y la burocracia”, lamentó.
Más infraestructura
Entre críticas y sugerencias, Feldman insistió en la importancia -y la urgencia- de invertir para mejorar la infraestructura de la aduana, que actualmente cuenta con solo un espacio para que se forme la fila de espera.
“Literalmente el comercio está siendo perjudicado por la falta de infraestructura de la aduana. Al ser tan estrecha, no pasa más de un vehículo por vez”.
El funcionario opinó que “con que la aduana tenga cinco o seis carriles” la fila se descongestionaría; al respecto, argumentó lo siguiente: “La fila no es realmente tan larga, como en Puerto Iguazú que se acumulan cerca de 200 autos; acá esperan alrededor de 50 vehículos, pero como todos tienen que pasar por el mismo lugar la espera se extiende. Entonces con más carriles ya se podría solucionar el problema”.
Inseguridad
Feldman contó que ayer un turista que permanecía en la fila para cruzar a Brasil fue asaltado, y es que según explicó “en las dos o tres cuadras de fila no hay ningún tipo de custodia policial”, más allá del control de Gendarmería que se encuentra únicamente a la altura de la aduana.
“Cualquier hecho de inseguridad puede seguir ocurriendo, las horas de espera y la falta de control permiten que los ladrones puedan robar con total impunidad. También están los trapitos que rondan la zona y molestan a la gente pidiéndole plata”, y agregó como otra desventaja: “Ni hablar de lo incómodo y perjudicial que es esperar horas en el calor, bajo el rayo del sol”.
Por último, el presidente de la Cámara de Comercio de Irigoyen dejó en claro que lo ideal sería contar con un carril diferencial, uno para el tránsito vecinal y otro para el turismo, “tal como lo indica la ley y lo cumple Brasil”.
“Es un problema de larga data y nunca tenemos respuestas”
El cruce fronterizo de Bernardo de Irigoyen es uno de los más elegidos por los turistas para dirigirse hacia las playas brasileñas.
Sin embargo, debido a las extensas filas que se registran, “lamentablemente muchos optan por trasponer pasos clandestinos”, manifestó Feldman.
A su vez, hizo énfasis en que este es un problema que se repite cada año y que siempre, antes de que inicie la temporada de verano, insisten a las autoridades pertinentes para concretar mejoras en la infraestructura de la aduana argentina.
“Desde la cámara de Comercio veníamos advirtiendo, porque cada fin de año pasa lo mismo y nadie hace nada, siempre es la misma historia. Tanto la gente de Irigoyen como la de Barracão terminan pasando por los costados, por los pasos ilegales porque por la aduana es burocrático y engorroso”, describió con indignación el funcionario.
En este punto, resaltó que “han tenido y solicitado reuniones con aduana, con Gendarmería y con el sector político”, además de haber presentado una serie de proyectos.
“A pesar de todo eso no hemos obtenido respuestas ni soluciones; ni del Gobierno municipal y tampoco del Gobierno provincial, mucho menos de la gestión nacional”, criticó.
Respecto al Gobierno nacional, dijo lo siguiente: “Sabemos que las decisiones y órdenes siempre vienen de arriba, del poder nacional, y justamente ese es el problema. Porque lamentablemente ellos no conocen cuál es nuestra realidad fronteriza”, refiriéndose a que el paso de Irigoyen es único, debido a las características de límites que tiene y el fuerte vínculo comercial que lo une con las ciudades brasileñas vecinas.
Walter Feldman dejó en claro que está de acuerdo con que se cumplan los trámites migratorios y de registro para quienes circulan con fines turísticos hacia Brasil, pero que “no rija el mismo circuito para los ciudadanos de las localidades vecinas que cruzan sólo por el comercio”, reiteró.