Esta semana se conoció la noticia de la suspensión del estudio “Mosaico”, una vacuna que, de obtener resultados positivos, funcionaría como prevención frente al virus del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Esta fórmula fue la esperanza de toda una comunidad científica y organizaciones de activismo por el VIH-Sida por diez años.
“El estudio se suspendió porque, si bien las vacunas han demostrado ser seguras, no tenían grandes efectos adversos o colaterales para nadie, no fueron lo suficientemente eficaces para el fin que se estaba buscando en el estudio“, explicó Pablo Galián, uno de los misioneros que participaba de la prueba, de la mano de la Fundación Huésped.
Resulta que el comité de monitoreo de esta posible vacuna, consideró que la eficacia demostrada no alcanzaba los estándares requeridos, por lo que decidió su suspensión en la fase 3 de estudio. Vale recordar que para dicha etapa, se habían seleccionado a 3.800 personas VIH negativas de 18 a 60 años (gays, bisexuales, y transgénero) y con alto riesgo de contraer esta enfermedad, a quienes se les administró la vacuna o el placebo aleatoriamente, según el protocolo para la corroboración de la efectividad.
Lamentablemente, al revisar los efectos, el Comité de Control de la Seguridad de los Datos determinó que la candidata a vacuna era segura; pero que, sin embargo, el número de infecciones por el VIH resultó equivalente entre los grupos del estudio que habían recibido la candidata a vacuna y los que habían recibido placebo, evidenciando la ineficacia de la intervención preventiva.
“Honestamente tenía mucha ilusión. Son estudios que se prueban en una población en particular pero después el beneficio es para el resto del mundo y para el futuro. Desde lo personal estaba ilusionado, convencido de que funcionaría“, se lamentó en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones
“Era todo bastante alentador, pero era uno de los riesgos que nos habían advertido al principio, que si en algún momento el estudio demostraba que no era lo suficientemente eficaz se suspendía. Siento que en algún momento deberán volver a empezar con otra vacuna y quizás algún día llegue esta solución que estamos buscando desde hace mucho tiempo“, continuó.
En total, Galián recibió seis dosis durante el primer año de esta fase de estudio, y desde entonces fue monitoreado periódicamente, con chequeos cada tres meses. Ahora, con el proyecto suspendido, deberá realizarse los últimos controles en la Fundación Huésped, donde también le informarán si en definitiva estado recibiendo la vacuna o el placebo.
La vacuna fue impulsada por la Red de Estudios de Vacunas para el VIH de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos y la compañía farmacéutica Janssen, y había superado las primeras dos instancias que consistieron en el desarrollo y la investigación, que incluyeron ensayos en animales y personas.
Si bien el proyecto no alcanzó el puerto deseado, Galián tiene claro que participaría en la prueba de otro medicamento sin dudarlo. “Al menos en mi experiencia, participando en un estudio y guiado por la Fundación Huésped, para mí fue súper positivo“, cerró.