La fuerte sequía que azota a gran parte del país es un tema que genera muchísima preocupación en diversos sectores, principalmente en los que se dedican a la actividad agrícolas y ganaderas. Un relevamiento realizado por especialistas exhibe que casi un 55% del país padece la falta de agua en sus suelos, lo que actualmente representa 1,64 millones de kilómetros cuadrados afectados por la problemática.
Al respecto, el subgerente de Alerta Hidrológico del Instituto Nacional del Agua (INA), Juan Borus, alertó que “en estos momento estamos viendo la estabilización de lo que fue la bajante”, y que en un plazo de 7 a 10 días “de Corrientes para abajo se llegará a los niveles mínimos de esta bajante”.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, recordó que esta preocupante situación no es más que una nueva etapa del escenario de sequías que empezó bruscamente hace ya varios años. “Ha teniendo mejoras parciales, con sus idas y vueltas, pero si uno analiza el escenario completo es una sequía de más de 3 años, porque empezó como tal a mediados del invierno del 2019”
No obstante, aseguró que la situación es sensiblemente mejor que en los últimos años, aún cuando persiste la sequía y el faltante de lluvias en la región. “Hay una condición mejor en la alta cuenca del Paraná, el río Paraguay por otra parte está empezando también a estabilizarse y a tener una mejor condición hídrica, está lloviendo en las nacientes del Paraná y en las altas cuentas del río Paraguay. Si uno lo compara con unos meses o años atrás, estamos mejor“, apuntó.
Esto fue en parte gracias a sucesión de eventos muy significativos que “aliviaron” la situación en la cueca del Plata, la cuenca media y baja del Iguazú, así como a la provincia de Misiones y parte de Paraguay. “El 13 de octubre tuvimos en las Cataratas del Iguazú una crecida que hace ocho años no se daba. En un escenario de seca y de bajante como los que estamos afrontando, es loable esperar que cada tanto aparezca una situación intensa de corto plazo, pero que no marca un cambio, no marca un fin del escenario que continuó y es lo que estamos viendo ahora”
En ese sentido, indicó que el retorno a la normalidad “no se va alcanzará de un día para el otro, va a ser gradual“.
“Entiendo que en lo que falta del verano vamos a tener el comienzo de un retorno muy gradual y lento, y recién creo que en la segunda mitad del otoño vamos a tener una condición regional medianamente normal“, dijo.
El foco puesto la Cuenca del Plata
Más allá del impacto en la navegación, de la generación eléctrica o del recurso pesquero asociada a la bajante del río Paraná, para Borus la mayor preocupación está puesta en la falta de lluvias sobre la Cuenca del Plata, especialmente sobre las provincias aledañas que son las más afectadas por esta condición de sequía extrema.
“La consecuencia más grave es la depresión de los niveles freáticos, es decir, la falta de agua subterránea de fácil captación“, explicó. Eso hace que las poblaciones rurales, especialmente las que están lejos de los centros de distribución del recurso y de los grandes ríos, no puedan acceder a este tan preciado recurso. “Esas poblaciones están sufriendo hoy la fuerte carencia, que no solamente afecta a la siembra, sino también a la misma población”
Para más, la proyección climática de cara a los próximos meses no pinta nada favorable. “La perspectiva sigue siendo de algunas lluvias, como las que se están dando ahora en el sur del litoral, pero que no cambian nada. Es una situación que estamos atravesando y que lamentablemente nos hace pensar que la condición de sequía no se va a ir así nomas”
En ese sentido, comentó que “nos tenemos que acostumbrar a la gran variabilidad climática. Estamos haciendo lo posible para que no nos sorprenda nunca nada, pero la variabilidad climática hoy es mucho más dinámica que décadas atrás, y eso limita la capacidad de proyección“.
De todas maneras, los estudios y análisis que realizan sobre el campo, permite a Borus a aventurarse con un pronóstico: “Hoy por hoy me animo a decir, en función a la tendencia climática, lo que se espera para el resto del verano, y asumo que la región de la Cuenca del Plata estaría alcanzando la normalidad en la segunda mitad del otoño. En principio ese sería el escenario más probable“.