Cada vez son más frecuentes las personas que eligen hacerse mangas y extensos tatuajes en el cuerpo. Sin contar el hecho que, con el mundial de fútbol y la conquista de la tercera copa, se disparó la demanda de tatuajes alusivos y de mangas similares a las de los jugadores.
Si bien estudios descartaron que éstos aumenten la posibilidad de tener cáncer de piel, especialistas explicaron que los tatuajes sí pueden encubrir lesiones y señales de un cáncer dermatológico. Así lo confirmó la jefa del Servicio de Dermatología del Hospital Ramón Madariaga, Gabriela González Campos en diálogo con PRIMERA EDICIÓN.
“Para nosotros como dermatólogos es toda una dificultad cuando están tan tatuados, si bien se puede revisar la piel mediante el dermatoscopio, que es nuestra aparatología manual por la cual podemos distinguir perfectamente un lunar en un tatuaje, nos quedamos bloqueados en la capacidad de distinguir a primera vista una lesión”, explicó la médica.
A su vez, teniendo en cuenta que la recomendación de los especialistas es mirarse la piel y prestar atención a cualquier lunar extraño o nueva lesión; uno de los puntos que agrega gravedad al asunto es que, con los tatuajes extensos, al mismo paciente (que es el primer recurso para la detección temprana) se le dificulta percibir cualquier señal por la que deba consultar.
Todo eso sumado a que, según la González Campos, de por sí un gran porcentaje de personas, tenga o no tatuajes, no tiene el hábito de mirarse la piel.
Por todo eso es que la especialista recomendó que “si un paciente tiene antecedentes personales de melanoma o de cáncer de piel que no se tatúe de esa forma”, en referencia a las mangas tatuadas (que cubren todo el brazo) o los tatuajes extensos. Además, recalcó incorporar el hábito de revisarse con más atención la piel.
Por otra parte, si bien recordó que en el 80% de los casos los melanomas no se originan en lunares sino en “piel sana”, recomendó no tatuarse sobre lunares, y tener en cuenta que “tatuarse no deja la zona exenta en absoluto de tener un melanoma que se desarrolle ahí”, afirmó González Campos. No obstante, en todos los casos, remarcó la importancia de acudir una vez al año al dermatólogo a realizarse un chequeo anual.
“Mejor evitar algunos colores”
En otro tramo de la entrevista, la especialista trajo a colación el hecho de que en Europa están prohibidas algunas tintas de colores para realizar tatuajes, porque se comprobó que contienen sustancias potencialmente cancerígenas.
Según la médica, tras esa prohibición se empezó a buscar alternativas que reemplacen las tintas con componentes oncogénicos; y efectivamente se encontraron alternativas, menos para dos colores: el verde y el azul.
Entonces, “si vivís en Argentina, donde no creo que tengan esas tintas nuevas sin oncogénicos, lo ideal sería no tatuarse en colores, y si en algún momento llega alguna prohibición sería interesante que no se elijan justo esos colores (azul y verde) para los tatuajes” indicó la médica.
Uñas semipermanentes: con protector y descanso
Aparte de los tatuajes, otra de las tendencias que cada vez tiene más adeptas es hacerse esmaltado semipermanente, kapping, esculpidas, soft gel y otros métodos en las uñas que, en su totalidad, implican el uso de cabinas de secado a base de rayos ultravioletas (UV), donde la cliente deben insertar las manos o los pies para sellar el esmaltado.
Sobre eso, la médica explicó que “con las cabinas UV la persona va acumulando radiación en el torso de las manos, por lo que lo ideal sería ponerse un protector solar antes, así se minimiza el cúmulo de radiación”, explicó.
De no aplicar protector, “pueden aparecer las manchas que se conocen como ‘las de la vejez’, sin contar el envejecimiento precoz de la mano y la posibilidad de tener cáncer de piel” agregó.

Esto porque el cáncer de piel resulta una enfermedad determinada, entre otras cosas, por la acumulación de radiación a lo largo de años.
Incluso, muchas investigaciones han determinado que la radiación UV es uno de los principales factores implicados en el cáncer de piel, ya que estos rayos son capaces de alterar el ADN de las células epidérmicas y producir mutaciones específicas. Es por eso que tampoco está recomendado el uso de cabinas solares ya que está demostrado que su radiación es más peligrosa que tomar sol sin protector solar. Motivo por el cual, la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó las cabinas como “aparatos cancerígenos”.
Por otro lado, en cuanto a las uñas, la médica explicó que aparte de exponer a las personas a las radiaciones UV “es nocivo para las mismas uñas. Tenemos una alta demanda de consultas porque las filas de las uñas se van resintiendo, se van debilitando, el reborde ungueal se va inflamando”. Es por eso que aclaró, “no es que no haya que hacerse las uñas, pero si se hacen es mejor hacerlo con distancia temporal, es decir, hacerse y dejar un reposo. Hacérselas una vez tras otra es desaconsejable”. Una aclaración que apunta especialmente a aquellas clientes que, cada 15 días de manera regular, se hacen estos esmaltados, siendo la misma manicurista quien remueve el esmalte para realizar otro.
Además, según González Campos es necesario identificar la seriedad de los locales, “cuando uno va a una casa seria de manicura, tiene que haber protector solar para el torso de las manos y te van a sugerir no hacer el esmaltado repetidas veces”, finalizó.