El cruce fronterizo que une Alba Posse, Argentina, con Porto Mauá, Brasil, cobró mayor movimiento con el inicio de la temporada de verano. Al flujo del último año, de brasileños que ingresan al país, principalmente para hacer compras motivados por la diferencia cambiaria, se suman los argentinos que siguen eligiendo las playas del vecino país para vacacionar.
“Desde Navidad tenemos un promedio de 120 vehículos que pasan al Brasil por día” expresó a Primera Edición, Lisandro, uno de los encargados de la boletería de balsas. “Por la mañana son los argentinos que van a las playas y por la tarde los brasileros que ingresaron por la mañana y vuelven de hacer sus compras” agregó.
Los horarios de funcionamiento del servicio de balsas son de lunes a viernes de 8 a 11.15 y de 14 a 17.30. Mientras que sábados, domingos y feriados, 8.30 a 11.15 y de 14.30 a 17,30.
A primera hora, señaló el boletero, se observa la larga cola de autos que quieren pasar en el primer turno, sobre todo de familias que eligen las playas más lejanas. Por la tarde es más tranquilo, comentó, “pero el movimiento es constante. Los brasileños en su mayoría van hasta Oberá a hacer sus compras. Mientras que los que van de vacaciones suelen ser principalmente misioneros, pero pasan familias de todo el país” afirmó Lisandro.
El pasaje por auto y conductor tiene un costo de tres mil pesos, más seiscientos pesos por hasta seis acompañantes.
“Somos una empresa privada a cargo del servicio de balsas. Después viene la parte pública, Migraciones, Prefectura, Aduana y Senasa. Generalmente por lo que
vemos la mayoría cumple con los requisitos, no suele haber inconvenientes”