Mientras los grandes grupos políticos de la “grieta” nacional se disputan el “federalismo coparticipado”, tras el fallo de la Corte Suprema a favor de la Ciudad de Buenos Aires, la provincia de Misiones sigue siendo la menos beneficiada en el reparto nacional de los recursos dentro del NEA.
Ni siquiera en un diciembre, donde se generó el punto más álgido de la pelea por los recursos entre CABA y la Casa Rosada, se intentó mejorar el envío de fondos a las jurisdicciones menos favorecidas durante los once meses anteriores. En particular, cuando la economía de la tierra colorada generó dinero para las arcas federales como la séptima economía nacional.
Hay provincias en la región que aportan menos recaudación pero se llevan más que Misiones mes a mes, por una decisión del Ministerio de Economía al distribuir la masa coparticipable.
Con este dato de la realidad, en una “pelea” sin descanso para los misioneros, al centralismo le cuesta entender que haya provincias que no pretenden involucrarse con una pelea que, más que judicial, es partidaria. Y que tiene en su “debe”, muchos años de mirar hacia un costado cuando los diferentes gobiernos provinciales le vienen reclamando la devolución de los puntos de coparticipación cedidos al reinicio de la democracia, con la promesa de una nueva ley de distribución que nunca más se pudo discutir.
Para la discusión con las presidenciales de fondo, parece haber federalismo. Para saldar inequidades con una pequeña provincia, alejada de la plaza de Mayo, hay otra mirada nada federal.