Caminos de Tiza es una escuelita ambulante que asiste a niños y adolescentes con discapacidad, de forma pedagógica y terapéutica, llegando a las colonias y los parajes más recónditos de la provincia. Se trata de una misión que en este momento se encuentra en jaque ya que se descompuso el vehículo que trasladaba la escuelita ambulante.
En ese marco, FM 89.3 Radio Santa María de las Misiones dialogó con el fundador y docente a cargo de Caminos de Tiza, Julio Pereyra, quien contó con más detalle la situación por la que están atravesando como fundación.
“En realidad, nosotros nunca manejamos dinero, nos solventamos gracias a donaciones de materiales terapéuticos, pedagógicos, ortopédicos y alimentarios. Yo sostengo con mi trabajo particular los gastos para que la escuelita se mantenga en pie hace más de cinco años.”, comenzó narrando.
Sin embargo, en esta oportunidad y luego de reiterados problemas con el vehículo que transportaba la escuela, finalmente el mismo dejó de funcionar por lo que, según relató Julio, no les queda otra que apelar a la solidaridad de la gente.
“El problema que tenemos es que el motor no anduvo más, si bien se habían hecho arreglos paliativos, ahora se rompió el árbol de levas y la tapa de cilindro que básicamente es la parte más importante del motor, es decir, sólo hay arreglo cambiándolo”, afirmó.
A su vez, si bien vecinos le han prestado a Julio una camioneta para usarse de forma provisoria, esta llegó en mal estado con daños en la asistencia hidráulica por lo que momentáneamente Caminos de Tiza quedó a pie, sin movilidad alguna.
Esto no pone en riesgo sólo el recorrido pedagógico de los niños y adolescentes a los cuales asiste la institución ambulante, sino su bienestar en general ya que, como lo narró Julio, cada vez que recorren la provincia se cercioran de cuestiones que parecieran básicas como que los mismos no tengan heridas, tengan limpias sus sondas nasogástricas, que no tengan escaras en la piel, que reciban la medicación correspondiente, que no estén sufriendo violencia en sus casas, que no estén trabajando, entre otras cuestiones.
Esto porque, en su mayoría, se trata de chicos que “literalmente están fuera del sistema, sobre todo en los parajes, colonias y aldeas, por lo que la única prestación terapéutica y pedagógica que reciben somos nosotros”, explicó.
Por otro lado, la misión se intensifica en enero y febrero ya que, por las vacaciones y porque no asisten a la escuela, muchos niños dejan de estar institucionalizados.
“Esos meses se nos permite estar supervisando la situación de los chicos, si están bien alimentariamente (porque llevamos soportes alimentarios), entonces perdemos de vista a los puntos más alejados”, afirmó Pereyra, y agregó “recordemos que hay 14 comunidades en Misiones desde Roca a San Antonio, perdemos el vínculo directo con un montón de chicos. Somos un panóptico andante que vigila el estado de situación en que están ellos”.
Cómo colaborar
Según lo narró el docente debe reunir entre 300 mil y 400 mil pesos para cambiar el motor del vehículo. Quienes quieran colaborar deben comunicarse al 3794 93-5953 o mediante el Facebook “Escuelita Ambulante Caminos de Tiza”.