Desde que asumió al frente del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Ayelén Mazzina buscó la forma de conciliar los programas lanzados en la gestión anterior, además de conciliar con las organizaciones disidentes en su reclamo por inclusión laboral, justicia y educación. Para el próximo año, adelantó que fortalecerán un abordaje territorial en las provincias, donde buscan conocer las problemáticas locales para brindar soluciones.
Estar en las provincias
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina, explicó acerca de las acciones a realizarse de cara a un 2023 y dijo que “lo primero que debemos hacer es continuar con las políticas que ya se venían trabajando, para darle más potencia y descentralizar”.
Compartió que para lograr resultados efectivos “es importante trabajar en cada una de las provincias para visibilizar sus políticas y potenciarlas”.
Aclaró que, para llegar a todo el territorio argentino, “muchas veces las políticas públicas pensadas a nivel nacional cuando intentan bajar a las provincias no sirven, porque claramente desconocen la idiosincrasia de cada lugar. Entonces, debemos cambiar la modalidad de trabajo, ver cada una de las problemáticas de los territorios y resolverlas de manera federal”.
En cuanto a las problemáticas relacionadas con el acceso igualitario para la comunidad LGBTIQ+, Mazzina detalló que “en la provincia de Misiones, me reuní con las ministras y me han puesto en contexto de todo lo trabajado con la comunidad travesti, trans, la inserción laboral y cuestiones que debemos abordar en conjunto”.
Entre las medidas a seguir, explicó que “a la cuestión de la diversidad le falta fuerza y al venir desde lugares disidentes vamos a poner fuerza en este tema”. En el acceso a una inclusión para el colectivo disidente, precisó que “son deudas históricas de personas sumamente vulneradas, donde el estado debe estar presente y responsabilizarse de esto”.
En su contacto con organizaciones y el reclamo de justicia con perspectiva de género, opinó que aún queda mucho por hacer: “La violencia y el Poder Judicial tienen un sistema estructural. Entonces, vamos por un camino de intentar cambiarlo, con una reforma judicial feminista abrazada a todas las organizaciones de derechos humanos y a los tratados internacionales que el Estado argentino se comprometió a cumplir”.
Para generar cambios sociales importantes aseguró que “debemos romper ese techo patriarcal que se mantiene hace muchos años”.
En su recorrido por Misiones, realizada ayer, detalló que “empezamos con la visita a María Ovando en el penal, luego recorrimos el Centro Integral de Políticas de Género que estamos iniciando en Misiones. Es un Centro muy importante que implica no sólo una fuerte inversión presupuestaria, sino una descentralización de las oficinas de los ministerios nacionales”.
Finalmente contó que para conocer el panorama local, “hemos estado en una recorrida con funcionarias del Gobierno provincial” y remarcó que para las políticas públicas, es importante “trabajar desde los territorios hacia la Nación”.