Desde la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones anunciaron que, finalmente, contarán con un espacio de abordaje para la Salud Mental. Esto surge de la movilización de la semana pasada, donde estudiantes pidieron una intervención ante los casos de suicidios registrados entre universitarios.
En comunicación con la FM 89.3 Santa María de las Misiones, el decano de la facultad de Humanidades, Cristian Garrido, explicó que en el regreso a la presencialidad “comenzó a hacerse más frecuente la visibilización de casos de estudiantes con ataques de pánico o ansiedad, dificultades para permanecer mucho tiempo en el aula de forma presencial, compartir con compañeros y docentes”.
En conjunto con el equipo de la Dirección Provincial de Salud Mental, aseguró que “se vino dando acompañamiento a estos estudiantes y la semana pasada, luego de todo un trabajo previo que se venía realizando, terminó por conformarse el programa de abordaje interdisciplinario e intersectorial de la Salud Mental en el ámbito de nuestra facultad”.
El objetivo de este espacio “es promover la escucha activa, el acompañamiento de las personas que requieran atención, contención, orientación inmediata por situaciones que requieran un acompañamiento”, añadió. Aclaró que no es un lugar de asistencia terapéutica, pero sí se encargará “de contener, de atender y de acompañar a las instituciones que sí brindan este tipo de atención específica en lo psicológico o psiquiátrico”.
Sobre el porqué no se cuenta con un equipo propio de asistencia, respondió que en esta unidad académica “contamos actualmente con más de 5.000 estudiantes, Humanidades es una de las facultades más grandes que tiene la Universidad Nacional de Misiones”. Por otro lado, precisó que “hay una cuestión presupuestaria, nosotros venimos con el presupuesto del año pasado que, si bien hubo un refuerzo presupuestario, sigue siendo escaso en un contexto de mucha inflación”.
En este sentido, aseguró que “no sería posible crear un gabinete que se ocupa específicamente de brindar tratamiento en el ámbito de la facultad, pero sí un espacio institucional que se ocupe de identificar las situaciones, acompañarlas y contenerlas, y en el caso que lo requiera derivarlas con aquellas instituciones que se ocupan de la atención de la salud mental”.
Con el presupuesto del próximo año “esperamos que sí que efectivamente para el año que viene pueda haber más presupuesto disponible para el trabajo con esta temática que ha cobrado mucha relevancia en el contexto actual, porque lo cierto es que la salud mental de todos es algo muy importante”.
Sobre la manifestación de estudiantes, el decano opinó que “me parece muy importante que los estudiantes se manifiesten, que se haya realizado la actividad que se hizo la semana pasada, en términos de darles una voz. Es una forma de conocer cómo están viendo este tipo de escenarios nuestros estudiantes para poder también avanzar en la discusión respecto de cómo las funciones más tradicionales de la Universidad se ven fuertemente tensionadas en un contexto como el que estamos viviendo”.
Más allá del pedido de los alumnos, resaltó que “también debemos trabajar fuertemente con los equipos docentes y no docentes para poder estar atentos a qué es lo que está pasando con nuestros estudiantes y poder actuar rápidamente”.
Para la detección de situaciones, señaló que “tendremos que seguir trabajando en la formación de nuestros docentes en relación con esto, que es algo específico y que efectivamente requiere que nos involucremos”.