La mujer que denunció ante la policía que su hijo de 13 años fue agredido y dopado por otros dos alumnos en uno de los baños del Instituto Santa Catalina de Posadas, se reunió ayer con el director y con el representante legal de dicho colegio y manifestó que “no obtuvo respuestas en vías de esclarecer lo sucedido por parte de los mismos”.
Desde dicha institución educativa enviaron un comunicado oficial donde aseguraron que se enteraron por los medios del hecho de violencia y que fue publicado en exclusiva por PRIMERA EDICIÓN.
La progenitora del adolescente, Rosa, agregó que “las autoridades de la escuela le dijeron que aún no citaron a los padres de los supuestos agresores” y ante la súplica de que le pida a los acusados (quienes estarían identificados) para que le digan qué sustancia le dieron de tomar a su hijo y que lo afectó severamente le contestaron que “no pueden hacer nada, como institución no podemos obligar a los chicos a que digan algo. A los padres de ellos (por los señalados como agresores) los vamos a citar más adelante, por ahora deje en nuestras manos”.
La mujer precisó que desde el colegio “no le brindaron ningún tipo de respuesta que haga suponer que van a colaborar para saber qué le dieron de beber a mi hijo. Algo indignante”, expresó. El informe toxicológico arrojó que pese a los síntomas no se pudo establecer qué sustancia ingirió.
El menor que fue testigo y compañero del chico atacado fue citado por el director del establecimiento y junto a su madre mantuvieron una reunión a puertas cerradas, donde no trascendió qué pudo haber aportado al caso. “Me dio la sensación de que se estaban burlando en mi cara”, reflexionó la progenitora.
Vale recordar que la hermana de la víctima se reunió con docentes y directivos el pasado martes a la tarde, para ponerlos al tanto de que el menor estaba internado por lesiones en la cabeza y posible intoxicación luego de una agresión en el baño, por lo que resulta llamativo que desde dicha escuela refieran haberse enterado por la prensa.
Mensaje a los padres
Rosa dijo a través de este Diario que “voy a ir hasta las últimas consecuencias, los directivos escolares están muy mal acostumbrados a que nadie se queje. Que tomen nota todos los colegios, porque muchos alumnos maltratan a otros. En mi caso no tengo miedo de hablar porque voy a defender a mi hijo hasta las últimas consecuencias”.
El hecho
El martes a las 16.30 la madre de la víctima recibió un llamado del colegio porque su hijo que cursa el primer año estaba con fiebre y presión alta. Acudió al lugar y lo retiró, lo llevó directo al hospital porque no tenía movilidad en brazos y piernas, dificultad en el habla y mirada perdida, según relató.
“Cuando llegamos a la guardia del hospital él deliraba. Una enfermera me dijo ‘pero señora, a su hijo le dieron algo’”, recordó.
Según le relató el adolescente a su madre antes de perder el conocimiento en el hospital, esa tarde acompañó al baño a un compañero que estaba muy mal del estómago. La práctica de que los alumnos de cursos inferiores no van solos al baño “es debido a las constantes amenazas que sufren por parte de algunos alumnos que serían de tercer y cuarto año”, explicó la mujer.
En esas circunstancias a su hijo “dos chicos que serían de tercero y cuarto año lo golpearon en la nuca con un objeto contundente que puede ser una llave o candado”, refirió.
“Luego uno de los agresores le ofreció agua en una botella plástica, y pese a que no quiso tomar lo obligó a ingerir un líquido de color azul y que mi hijo recordó como de gusto a carbón. Inclusive vomitaba y le decían tragá, tragá. Tomá, tomá o vamos a matar a tus mejores compañeros de grado”, contó la mujer en base a lo que le pudo contar su hijo.
Mientras esto sucedía otro alumno hacía de “campana y mangueaba que no viniera nadie”, explicó la mujer, quien ayer radicó la denuncia en la comisaría Decimosexta, que instruyó un sumario por “lesiones” y notificó del hecho al Juzgado de Menores 1.