Se conocieron los resultados preliminares de las autopsias practicadas sobre los cuerpos de Dora Samaniego (79) y Ricardo Cardozo (69), ambos hallados con heridas de arma de fuego durante la madrugada del jueves en una vivienda del barrio Yacyretá, en lo que fue caratulado recientemente como una causa de “femicidio seguido de suicidio” tramitada en el Juzgado de Instrucción 7 a cargo de Miguel Mattos.
Fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN confirmaron que la mujer recibió dos impactos compatibles con un revólver calibre 32 milímetros largo. Uno de los proyectiles ingresó por la ceja derecha y causó daños irreversibles en el cerebro mientras que el otro disparo lo sufrió en el abdomen región izquierdo, unos centímetros más abajo del corazón.
Por su parte, el presunto femicida, Cardozo, pareja de la mujer, tenía dos lesiones compatibles con proyectiles de arma de fuego, en este caso la misma que la mujer, en la zona de la oreja derecha con orificio de salida a la altura parietal izquierda de la cabeza. Ambos murieron prácticamente en el acto.
En este contexto, el juez que entiende en la causa, la caratuló como “femicidio seguido de suicidio” y durante los próximos días comenzará con la ronda de testimoniales, uno de ellos considerado clave, como el de la hija de la mujer, quien estaba en la misma propiedad por celebrarse horas antes el cumpleaños de su madre.
También desfilarán ante el magistrado, vecinos que escucharon las detonaciones y que presuntamente podrían aportar datos sobre como era la convivencia entre los fallecidos, que, de acuerdo a lo publicado por este Diario, ya no mantenían relación fluida como pareja pero convivían hace varios años.
También está pendiente conocer el resultado de la prueba de guantelete de parafina practicada sobre las manos de Cardozo para confirmar que manipuló el arma homicida. Hasta el momento se desconoce su procedencia ya que no tenía registro a su nombre, por ser un arma bastante deteriorada y sin características visibles de numeración. Si las pericias confirmaron que se trata de un revólver calibre 32 milímetros largo y en total se secuestraron cinco proyectiles, cuatro percutados.
El hecho ocurrió en una vivienda situada en la chacra 94, precisamente sobre calle 92 casi 72.
Alrededor de las 1.30 del viernes, solicitaron presencia policial porque se escucharon al menos cuatro disparos de arma de fuego y acto seguido hallaron a una mujer con dos lesiones y tendida sobre la cama de su habitación.
En otro de los cuartos, encontraron sin vida el cuerpo del supuesto femicida quien se habría disparado con el mismo revólver tras asesinar a su pareja.
Del hecho fue testigo la hija de la mujer que había llegado desde Buenos Aires para celebrar su cumpleaños y se alojaba atrás de las habitaciones principales, en una especie de extensión de la propiedad y fue quien manifestó que observó cuando su padrastro tenía el arma en la mano derecha y segundos antes escuchó como su madre le pidió ayuda a gritos.
Los investigadores que trabajaron en la escena del crimen, también incautaron dos teléfonos celulares que serán peritados por Cibercrimen para determinar si en ellos hay alguna pista que indique los motivos del fatal desenlace.
“Ya no dormían juntos porque él padecía de problemas en los huesos. No llevaban una relación normal hace mucho tiempo”.
En este contexto, Báez agregó que “la ventana de la pieza de mi madre apunta hacia el galpón y escuché que ella me llamó dos veces. Me desperté de golpe y me senté en la cama, ahí lo vi a Ricardo con el arma en la mano que entró en la pieza y escuché un tiro. Le grité desesperada y no me respondió, ni me miró, volvió a dispararle”, añadió.
La mujer deberá ahora ratificar esa versión dada en la policía y a los medios de comunicación en sede judicial cuando sea llamada por el mencionado magistrado.