Tres delincuentes, entre ellos una mujer, se hicieron pasar por clientes de un hotel y a los pocos minutos de alojarse asaltaron a punta de pistola a los propietarios del lugar. Se alzaron con unos 2,7 millones de pesos, entre moneda nacional y reales, además de joyas y otros objetos de valor.
Las víctimas fueron maniatadas con medias y los ladrones escaparon a bordo de una motocicleta.
El establecimiento hotelero está ubicado sobre la ruta nacional 14, sentido hacia San Pedro y a 500 metros de la rotonda con la ruta provincial 17, en el municipio de Dos Hermanas. Los uniformados fueron notificados por los damnificados a la 1 de ayer, dando cuenta que momentos antes, a las 23.30 del pasado martes, llegaron a bordo de un remís tres individuos.
Fueron atendidos por la dueña y denunciante, de 60 años, quien dijo que estas personas se alojaron en una de las habitaciones.
Se trataba de un hombre vestido con ropa similar a uniforme del ejército, corte militar y mochila de las mismas características, era alto, robusto y de cabello rubio. Estaba acompañado por una mujer rubia de 50 años, otro individuo de tez morena y de 1,80 metro de altura.
Transcurridos unos minutos la mujer tocó el timbre del local y la propietaria le abrió la puerta de la recepción.
Fue allí que irrumpió el hombre de tez rubia y vestimenta militar, quien redujo a la mujer portando un arma de fuego plateada, al igual que el cómplice. Tras intimidarla la maniataron junto a su pareja, un hombre de nacionalidad brasilera mayor de edad.
En castellano le exigieron a la dueña del lugar dinero. Ante las amenazas y temiendo por su vida la mujer entregó 2.600.000 pesos en efectivo que eran producto de sus ahorros, joyas propias y 2.300 reales. Luego los tres se dieron a la fuga con rumbo desconocido presumiblemente en una motocicleta Yamaha FZ de color rojo.
Pasado un tiempo la pareja pudo zafar de las ataduras (fueron maniatadas con medias) y notificaron a la Policía, que por estas horas mantiene un enlace directo con sus pares de la Policía Militar de Brasil, con quien lleva adelante las tareas de rastrillaje y búsqueda, teniendo en cuenta el relato aportado por los damnificados.
Los investigadores recaban los registros fílmicos de la zona, para establecer el trayecto de los delincuentes.