Una camioneta desaparecida, un arma debajo de la almohada que desaparece intencionalmente y nueve testigos clave que apuntan sospechas y contradicciones sobre un joven de 29 años investigado por parricidio y robo.
La muerte de un disparo en el pecho de Luiz Osmar Neis, agricultor de 68 años cuyo cadáver fue descubierto por el olor putrefacto en el fondo de su casa y chacra en Puerto Península, Comandante Andresito, continúa sin un imputado o presunto autor firme para el juez de Instrucción de Puerto Iguazú, Martín Brites.
Marcos Alejandro Neis tiene 29 años, es hijo de la víctima y fue excarcelado en agosto, aunque formalmente continúa supeditado al expediente caratulado como “homicidio calificado por el vínculo y robo”.
PRIMERA EDICIÓN pudo recoger al menos nueve testimonios que lo implicarían al crimen, que establecen dudas sobre sus movimientos varios días antes de la denuncia por la desaparición de su padre el 30 de abril de este año.
Estos testigos ratificaron en el Juzgado de Instrucción de Puerto Iguazú sus declaraciones, es decir, son voces cosidas al expediente.
Uno de ellos tiene 56 años y es vecino de la propiedad de Luiz Neis. Entre otros puntos declaró que durante los días previos a la aparición del cuerpo le llamó la atención la actitud de Marcos Neis, quien lo llamó y solicitó que fuera a la casa de Luiz Neis porque su mayor preocupación eran los animales de su padre.
Incluso cuando Marcos se enteró de la muerte de su padre le pidió a este colono que le manifieste el lugar en el que encontró el cuerpo y que él iría con la policía y se haría cargo de lo sucedido, pidiéndole también que no se acerque al cadáver.
También le habría advertido que si recibe un llamado o cualquier comunicación de su hermano Rubén Darío Neis le oculte la verdad.
Este testigo ante la Justicia reiteró que Luiz Neis le dijo en varias ocasiones que desconfiaba de su hijo Marcos y sus amigos o allegados, que tenía miedo que lo asaltaran en su propiedad, motivo por el que decidió reforzar su casa y chacra con un sistema de alarmas y tejido y rejas electrificadas.
También recordó tener como cierto que en varias ocasiones y días previos al crimen, Luiz Neis no lo dejó ingresar a su casa a Marcos porque se presentó de madrugada.
Otro de los puntos que destacó fue que Luiz Neis guardaba dinero en su casa, porque había vendido terrenos y que su hijo Marcos, constantemente, le pedía plata.
La concubina de este vecino declaró que cuando llegó a su casa luego de encontrar el cuerpo de Neis este le dijo que Marcos le había tendido una trampa para que fuera a mirar los animales y terminara siendo protagonista del macabro hallazgo.
Otro vecino (28) sostuvo ante la Justicia que el sábado 30 de abril ingresó con Marcos al inmueble de Luiz Neis y que este grababa todos los movimientos con un celular.
Observó que vio a Marcos sacar debajo de una almohada en la habitación de la víctima fatal un elemento que a él le resultó similar a una linterna. Le llamó la atención que luego Marcos le dijo que se fuera de la casa, que él se encargaría de desatar los animales del frente de la propiedad.
“Quería más”
La expareja de Marcos Neis, también sumó al expediente dudas sobre el hijo de la víctima fatal. Manifestó que se mostraba muy interesado en las propiedades de su progenitor y que sabía que este le prometió darle parte de un terreno con plantaciones valiosas, pero que él no se conformaba con eso y “quería más”.
También declaró que le llamó atención que no lo buscara a su padre el día que notó su desaparición ya que cada vez que iba a verlo recorría toda la propiedad hasta encontrarlo.
Un allegado y también vecino de la víctima detalló que fueron dos las ocasiones durante los días anteriores al 30 de abril, que se presentó en su casa Marcos Neis y le manifestó que su padre llevaba varios días desaparecido.
El mismo sábado 30 de abril, Marcos Neis volvió a pasar por la vivienda de este testigo y le dijo que había encontrado un arma de fuego en la casa de su padre debajo de la almohada.
Otro hermano de Marcos, pero de padre diferente, declaró que el 30 de abril quiso ir a comprarle naranjas y limones a Luiz Neis y que sabía que sin permiso no iba a poder entrar a la chacra. No recibió respuesta y fue igual hasta el lugar y encontró el portón sin candado.
Un técnico, mecánico y electricista de 33 años, manifestó en el expediente que el sábado 16 de abril fue a su taller Luiz Neis a pedirle que le colocara a su camioneta Toyota Hilux un dispositivo que corte la energía, pero no le pudo cumplir con el trabajo porque no contaba con los insumos en ese momento.
También dijo que el lunes 2 de mayo fue Marcos Neis hasta su taller, a quien no lo conocía y le pregunta por si su local contaba con cámaras de seguridad y si su padre lo había visitado unos días antes.
El domingo 1 de mayo, según declaró otro hijo (32) de Luiz Neis, quien tomó conocimiento de la ausencia tras un llamado de Marcos.
Le manifiesta que iría a la comisaría a denunciar la desaparición pero Marcos le responde a las 11.40 con un mensaje de audio diciéndole que no fuera porque su padre iba a aparecer y que había que tener “paciencia”.
El dato que levanta mayores sospechas en este punto es que a las 11.15 del mismo día la policía ya sabía del hallazgo del cadáver en el fondo de la propiedad.
Otro familiar de Luiz Neis, con domicilio en Brasil declaró a la Justicia que el lunes 25 de abril recibió un mensaje de voz de su hermanastro Marcos Neis pidiéndole “trabajo y alojamiento”.
Esta solicitud se la realizó cuando Luiz Neis ya llevaba al menos un día de muerto según la autopsia. Este hombre se sorprendió por la comunicación de Marcos, porque no mantenía contacto con él y este decidió hablarle para pedirle techo y laburo.
Contradictorio
A Marcos Neis en su exposición policial el 30 de abril sobre la desaparición, la denuncia al día siguiente y la ampliación el 2 de mayo se lo habría notado nervioso y contradictorio.
Primero dijo que su padre poseía armas de fuego en su casa, luego sostuvo que constató el faltante de un rifle calibre 22, aire comprimido modificado y un revólver calibre 38. Cuando la policía se lo preguntó sostuvo que no las había encontrado, cuando al vecino le había dicho haberla encontrado el 30 de abril debajo de la almohada de la cama paterna.
El martes 3 de mayo se allanó la vivienda de Luis Neis y se encontró un arma de fuego calibre 22 cargada con diez balas sin percutar. El cotejo de esta arma fue coincidente con el proyectil que mató a Luiz Neis. Fue el arma homicida y la que habría sido manipulada por Marcos.
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