La responsable de medio ambiente en Fuentes Renovables de Energía S.A. (FRESA), Adriana Steckler visitó la provincia recientemente en el marco del Primer Congreso Mueblero para establecer contactos de negocios.
“Una vez que se amplíe la planta, con la inauguración de su segunda central, vamos a duplicar el consumo de biomasa y vamos a salir de nuestro actual radio de provisión del material de residuo”, dijo Steckler consultada por PRIMERA EDICIÓN acerca del interés de la empresa en los aserraderos del sur de Misiones como posibles proveedores.
“Vinimos a Misiones a hacernos conocer y tomar contacto con los interesados. Nosotros tenemos proveedores de biomasa, porque no la autogeneramos, pero sí creamos el nexo entre otras industrias del NEA”, amplió.
Y agregó: “A la vez estamos viendo nuevos proyectos como por ejemplo la instalación de plantas de tratamiento, recuperación de residuos y reutilización de nuestros subproductos. Por ejemplo, la combustión de la biomasa como residuo, deja cenizas a la cual le estamos dando valor agregado en la reutilización en los suelos para cultivos locales y mayormente para la yerba mate”.
“Una empresa como FRESA, lo que hace es darle valor agregado a lo que antes era un residuo forestal, chip, aserrín, raleo, despunte, que antes no tenía valor sino que se hacía una quema a cielo abierto. Eso no se quemaba completamente y era un alto riesgo de incendio, en campo se degradaba generando metano que tiene un impacto ambiental mucho más alto y hoy hacemos una quema controlada donde se aprovecha el 98% de esa energía, casi el 100% se aprovecha como fuente de calor y transforma el agua en vapor, que se usa para generar energía eléctrica mediante una fuente de energía renovable”, contó la mujer.
FRESA se encuentra en el límite entre Misiones y Corrientes y el radio de toma de biomasa no puede superar los 100 kilómetros a la redonda, para que el impacto del transporte, con la emisión de gases, no supere el beneficio de esta energía limpia.
La planta que se encuentra en funcionamiento genera 40 megas, de las cuales se venden 36 y se está montando una segunda central idéntica, espejada a la actual y con la misma capacidad. El excedente se usa para consumo interno y sostener la producción.
La empresa tiene un funcionamiento que, en líneas generales, se parece a la producción de energía de Yacyretá, vuelca lo que produce a la red de alta tensión y la distribuidora define hacia donde va.
“Como nuestra planta está en Corrientes, a través de la dirección de energía de Corrientes va dirigida a las industrias, al parque industrial o a la zona donde se defina en la zona norte de la provincia, Liebig, Santa María, Virasoro o Santo Tomé”, amplió Stekler.
La injerencia de la planta abarca actualmente unos 25 kilómetros de la zona sur de Misiones, desde donde también se analiza la provisión de residuos para transformar en energía limpia.