El acordeonista y compositor “Chango” Spasiuk es uno de los principales referentes de la música litoraleña y representante de la tierra colorada en distintas partes del país y el mundo.
A lo largo de su amplia y exitosa carrera cosechó innumerables premios y reconocimientos por sus obras y su persona. La última: ser declarado Personalidad Destacada de la Cultura por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires.
En una charla con PRIMERA EDICIÓN, en medio de sus actuaciones por todo el país, comentó para esta edición especial que no suele detenerse para mirar hacia atrás y así tener una idea sobre el camino transitado, más bien “sigo mirando para adelante porque hay muchas cosas más que quiero hacer dentro de mis posibilidades”.
Teniendo en cuenta que el acordeón siempre fue su fiel compañero, tanto arriba como abajo del escenario, y al consultarle si ejecutaría algún otro instrumento, el músico confió que le encantaría tocar mejor el piano: “Es un instrumento que me gusta mucho”
Luego, con la humildad que lo caracteriza, sostuvo que “sin lugar a dudas no creo ser un gran acordeonista o un acordeonista virtuoso, porque si uno se mira en el espejo de Raúl Barboza o de Nini Flores o de muchos otros jóvenes virtuosos en el instrumento, uno no pensaría en que soy un gran acordeonista, pero sí siento que en el acordeón soy yo, y he encontrado un sonido con el cual me siento en paz y me gusta compartirlo con la gente. No se trata de deslumbrar, sino como decía Atahualpa Yupanqui ‘se trata de alumbrar’”.
Además agregó que eso no le genera ningún tipo de conflicto porque la música “no sólo se expresa a través del instrumento, sino a través de las ideas y de cómo se construye ese mundo sonoro”.
Con respecto a cómo la pandemia influyó en su parte artística, Spasiuk indicó que ese período de aislamiento de alguna manera “nos empujó a rever un montón de cosas, por lo menos para mí ver la fragilidad del oficio; darnos cuenta que por más que tenga más de 30 años de oficio, el simple hecho de detenerme muy pocos meses ha hecho que se vea la fragilidad de la economía familiar y doméstica; eso te invita a ver que el oficio de uno, por lo menos el mío, sigue siendo muy artesanal, muy de obrero, de salir todos los fines de semana para hacer tu trabajo para alimentar a tu familia y se vio con más claridad la fragilidad de todo el sistema de la industria de la música”.
En este sentido, el artista indicó que la tecnología también ha cambiado el paradigma de la música “antes para grabar un disco tenías que ir a un estudio y no era tan accesible, hoy en día podés grabar un disco en tu casa, y la tecnología ha hecho que podamos estar conectados y tener un intercambio maravilloso, es una gran herramienta, pero no deja de ser eso: una herramienta. Lo que importa sigue siendo el contenido que uno construye o comparte a través de esa herramienta”.
En cuanto a las nuevas tendencias de ritmos y estilos entre los jóvenes, el “Chango” contó que siempre acompañará a los jóvenes en cualquier tipo de proceso que realicen ya que “son tan espontáneos, tan frescos, tan frontales. Siempre voy a estar donde estén ellos; observándolos y acompañándolos. No me siento una persona vieja, tampoco soy un joven, pero elijo estar ahí y me parece que hay que dejar que se busquen, se equivoquen y experimenten como lo hemos hecho nosotros en nuestro tiempo de prueba y error, no esperar que los jóvenes inmediatamente estén dándonos una obra madura y cerrada, cuando uno sabe que lleva más de 20 años en el camino encontrar el hueso de una idea y desarrollarlo”.
Cabe recordar que Spasiuk fue distinguido recientemente como “Personalidad Destacada de la Cultura”, lo que consideró que igual que todo reconocimiento “es un regalo al cual estoy sumamente agradecido” aunque aclaró que nada de lo que hace es buscando eso, aunque siempre “trato de estar a la altura de ese respeto que la gente tiene por mi obra y mi trabajo”.