Este 22 de septiembre se conmemora el Día Mundial de la Leucemia Mieloide Crónica, una enfermedad oncológica de la sangre que se origina en la médula ósea. Afecta a los granulocitos (glóbulos blancos) y a las plaquetas; produce sangrados, pérdida de peso y fatiga persistente.
Sin embargo, con un diagnostico temprano y tratamiento, los pacientes con la enfermedad pueden mejorar su calidad de vida y disminuir el riesgo de que la leucemia evolucione.
Si bien se desconocen las causas de la enfermedad hay una alteración genética que está en los cromosomas que origina, en la médula ósea, una proliferación descontrolada de granulocitos. “Esto genera una acumulación en el torrente sanguíneo de células de la serie glóbulos blancos y también de plaquetas, mayoritariamente estos últimos”, describía hace unos años la médica hematóloga y jefa de servicio de Hematología del Hospital Ricardo Gutiérrez de La Plata, Alicia Inés Enrico.
“Es un proceso crónico, por ello muchas veces los pacientes no tienen síntomas y su hallazgo se produce en estudios de laboratorio de rutina, que se hacen por otros motivos”, agregó.
Entrevistada por FM 89.3 Santa María de las Misiones, a colación de lo anterior, Enrico también explicó que se trata de una enfermedad infrecuente y que sólo abarca alrededor del 15% de todas las leucemias diagnosticadas. En números más finos, la médica contó que se diagnostica de uno a dos casos por cada 1000 mil habitantes.
“Afecta a adultos mayoritariamente, con una media de diagnóstico entre los 55 y los 60 años y es bastante rara en pediatría”.
A su vez, celebró que en los últimos años hubo un cambio drástico en el tratamiento, por lo tanto los pacientes que son diagnosticados con la enfermedad viven mucho más.
“En 2001 se desarrolla un nuevo medicamento que produjo una revolución en el tratamiento de la enfermedad y de la oncohematología, que ha llevado a que los pacientes tengan una vida normal y muy parecida a las personas que no padecen la enfermedad”, contó la doctora.
Hacia el diagnóstico precoz
Como la enfermedad suele ser asintomática, su diagnóstico, tal como se dijo más arriba, suele surgir de un chequeo normal de control de salud. Se expresan con un aumento de los leucocitos (glóbulos blancos) en la sangre.
A decir de la hematóloga, también suele expresarse por un cansancio importante, la falta de fuerzas, el aumento del crecimiento del tamaño del abdomen, “una panza que crece sin estar relacionada con el aumento de peso, que además baje de peso y que le aparezcan hematomas sin haberse golpeado. Estos signos deben llamar la atención de las personas y consultar al médico”, pidió.
E indicó “Para que se produzca la enfermedad hay un intercambio de material genético entre dos cromosomas (el 22 y el 9, por eso la fecha de conmemoración) y que forma un cromosoma filadelfia, y eso lleva a que en la sangre haya un gran crecimiento de glóbulos blancos”.
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