Para salir de las malas rachas lo más importante es examinar la situación y reajustar las expectativas hacia el futuro inmediato. Es necesario renunciar a la idea que debemos volver a estar tan bien como antes a corto plazo.
Lo que llamamos “malas rachas” suele comenzar con una pérdida o un problema particularmente difícil de resolver. Después, a raíz de ese suceso, o de forma paralela, confluyen otras situaciones problemáticas y es entonces cuando comenzamos a sentir que estamos en una etapa en la que “todo nos sale mal”.
Podríamos decir que, en general, definimos las malas rachas como aquellos momentos en los cuales coinciden varios factores o vivencias negativas al mismo tiempo.
Lo usual es que las causas de esto se le endilguen a un factor de “mala suerte”.
También es habitual que se busque un culpable o que se pretenda interpretar todo como un castigo o como el efecto de la “mala energía” de algo o alguien.
Cuando nos sentimos metidos en un círculo donde no vemos la salida, esto nos hace estar cada vez peor. Lastima nuestra energía vitalidad y muchas veces nos sumerge en un estado de pesimismo que nos hace ver como si el mundo se hubiese vuelto gris.
También nos inunda de temores y hace que revivan inseguridades que dábamos por superadas. ¿Se puede salir de ese foso oscuro? Claro que sí. Y estas son algunas claves para lograrlo.
Anímate a pedir ayuda
Muchas malas rachas aparecen porque no hemos sabido cómo pedir ayuda a tiempo. Pedir ayuda no es sinónimo de debilidad o cobardía, por el contrario, es una gran muestra de autoconocimiento y de confianza en nuestros seres queridos.
Del mismo modo, puede llegar a ser útil pedir ayuda profesional. Un buen acompañamiento psicológico puede ayudarnos a rastrear la raíz de nuestra mala racha y a generar estrategias efectivas para hacerle frente al estrés y los pensamientos negativos que posiblemente han ido apareciendo
Cuando estamos metidos en el medio de la tormenta no podemos ver más allá de lo que estamos viviendo, pero sin duda cada situación compleja nos trae mucho para aprender y capitalizar en nuestra vida
Muchas veces lo que nos sucede no depende de nosotros, pero aquello que hacemos con las cosas nos pasa es una decisión muy personal de cada uno de nosotros.