Se que a muchas de nosotras nos ha pasado que dilatamos nuestros sueños, que les ponemos fecha de inicio, pero salimos al ruedo cuando tenemos cada detalle bajo control y por eso perdemos la oportunidad de darle paso a la intuición, a confiar en nosotras, a darnos cuenta de que somos el motor necesario para sacar adelante nuestros proyectos.
Es importante tener la idea muy clara y revisar muchos aspectos antes de comenzar, pero también es necesario lanzarse y tomar acción, pues en el camino podrás ir haciendo los cambios y ajustes necesarios que se te vayan presentando.
Ahora que vivimos la era de la data y si bien es la oportunidad para conectarnos con la información, saber a ciencia cierta qué podemos hacer con ella y beneficiarnos como sociedad, es cierto también que nos estamos perdiendo la oportunidad de darle paso a una palabra que personalmente me encanta: la intuición.
En ocasiones si no tenemos esos datos que corroboren que algo va a funcionar, si las cifras no nos dicen que vamos o no a vender, etc. dejamos de tomar decisiones y seguimos en ese mismo círculo vicioso de procrastinación.
Por esto mi invitación es a hacerle más caso a nuestra intuición. ¿Recuerdas cuando te da ese cosquilleo en el estómago? ¿Cuándo tu corazón comienza a acelerarse cada vez que cuentas sobre tu proyecto?
¿Cuándo, aunque estés con los nervios de punta, aun así decides continuar porque sabes que valdrá la pena? ¿Cuándo sabes que lo que harás será dar un gran salto en paracaídas que, aun sin saber dónde caerás tienes más ganas que nunca de saltar? Si la respuesta a todas estas preguntas es un SI, entonces déjame decirte que estás lista para tomar acción.
Afortunadamente esos miedos que todas en algún momento sentimos los podemos gestionar y esas sensaciones que no nos dejan tomar el siguiente paso, que nos frenan y cuestionan nuestras habilidades y nuestro conocimiento, podemos trabajarlas y cambiar ese escenario de inseguridades en uno donde podemos lograr todo lo que nos proponemos.