Bullying, grooming y violencia intrafamiliar. Como un mantra desgraciado que se repite todo el tiempo, desde hace mucho niñas, niños y jóvenes sufren la indefensión que representa estar frente a alguno de estos flagelos, sin las herramientas necesarias o la compañía suficiente para correrse de la línea de peligro.
El abordaje contemporáneo, las redes sociales y la valentía de las propias víctimas permitieron que la agenda de contención comience a observar y desarrollar nuevos mecanismos para ayudar a quienes lo padecen. Sin embargo, sucede que muchas veces el problema comienza en el grupo de cercanía (familia, aula, etc) y ello obliga a redoblar la preparación para ir en auxilio de los que son blanco de estas vulneraciones.
Bullying, grooming y violencia intrafamiliar, junto a abusos, depresión e intentos de suicidio, son los ejes que viene trabajando la Línea 102 y que ahora proponen relanzar como herramienta de asistencia a las infancias y los adolescentes.
Lo dicho, muchas veces el origen de estos flagelos es justamente el grupo de cercanía y por ende las víctimas no saben a quién acudir. Por ello es de vital importancia que los organismos desarrollados para tales fines, como la Línea 102, continúen preparando a sus especialistas para brindar la contención necesaria y correcta.
Por ello también es necesario que el Estado, a través de todos sus municipios, se pongan al ritmo de las necesidades para profundizar la llegada de la Línea y sus herramientas ahí donde sea necesario.