“Hoy soy auténtico. Cada pensamiento y cada palabra que digo es porque lo siento”.
Recuerda que ningún acto de tu vida debe realizarse en base a lo “políticamente correcto”.
No digas palabras bonitas que no sientes de verdad.
En alguna ocasión tuve una amistad muy cercana con una chica, pero cuando realicé un acto que a su parecer la sociedad califica como políticamente incorrecto, me dejó de hablar.
Ante esto, dije: “Así tenía que ser, porque es la manifestación de un equilibrio”.
Esa chica tenía que irse de mi vida. No estábamos en la misma sintonía ni en la misma vibración.
Yo sabía que los demás iban a juzgarme, pero hice lo que sentía.
Fui congruente entre mis ideas, palabras y acciones. Eso puede acarrear el disgusto de los demás.
Es su verdad y no la tuya.
Sé congruente entre lo que deseas para tu vida y tu forma de vivir. No te guíes por lo que desean los otros.
Haz que todas las cosas que digas te salgan del corazón, y no de las causas que ha generado el resentimiento.
Intenta salir de la parte humana, porque lo que está detrás de muchas cosas que habitualmente expresas, tales como “yo hago lo que quiero y decido en base a eso”, son causas generadas anteriormente por ti.
Te comparto tres decretos para que expreses a menudo y repitas cuando debas hablar con alguien, realizar una acción determinada o tomar una decisión.
El primero es: Todas mis acciones, pensamientos y verdades son respetadas por todos los seres con los que tengo contacto día a día.
El segundo decreto es: Yo Soy el dueño de mi mundo; todas mis decisiones están basadas en mis verdades, y eso me hace auténtico.
El tercero es: Yo Soy un ser auténtico, independientemente de las opiniones de los demás.