El 23 de agosto es el Día del Internauta, una jornada que conmemora el aniversario de uno de los acontecimientos tecnológicos más grandes de la humanidad: el día que se publicó por primera vez una página web a nivel mundial en el año 1991. A partir de ese momento internet no paró de crecer.
Hoy en día son millones de personas las que usan internet para entrar a los distintos buscadores que hay en la red y estar actualizados e informados sobre los acontecimientos diarios, comunicarse de forma efectiva y realizar distintas tareas que le brindan mayor comodidad y bienestar.
Según un estudio, en Argentina hay 36,32 millones de internautas, lo que representa el 80% de la población. De ese valor total, el 79.3% (36 millones de usuarios) usa redes sociales activamente como Facebook, Tik Tok, Instagram, YouTube y se calcula que los argentinos pasan 9 horas y 39 minutos por día conectados a la red.
Por este motivo, y al ser una herramienta de uso cotidiano, los riesgos de ser víctima de un ciberataque son cada vez mayores. Según un reporte de Check Point, en el segundo trimestre de 2022 se produjo un pico histórico, donde los ciberataques globales aumentaron un 32%, en comparación con el segundo trimestre de 2021.
Alguno de los peligros más comunes a los que pueden estar expuestos los internautas son:
Malware: Una variedad de software malicioso: virus informáticos, gusanos, caballos de Troya, software de rescate, spyware, adware, software de miedo, entre otros. Puede tomar la forma de código ejecutable, scripts, contenido activo y otro software. En Argentina durante julio los malware más buscados fueron: Emotet, Ramnit y NJRat.
Phishing: Una técnica de ingeniería social que usan los ciberdelincuentes para obtener información confidencial de los usuarios de forma fraudulenta y así apropiarse de la identidad de esas personas. Robo de datos personales, tarjetas de crédito, datos bancarios, entre otros. Una de las formas más comunes de phishing es a través de la imitación de marcas conocidas o de confianza para los usuarios.
A continuación, cinco consejos para navegar seguros y minimizar los riesgos:
1- Visitar únicamente páginas web seguras: una gran cantidad de páginas web no cuentan con medidas de seguridad, sea por una mala configuración (poniendo en riesgo la información compartida) o porque son maliciosas. Por este motivo, es fundamental extremar las precauciones a la hora de compartir datos personales en internet y, para ello, lo más sencillo es saber distinguir las webs en la cual la comunicación hacia la misma es segura.
La mejor técnica es comprobar si sigue el protocolo de seguridad https: si la URL incluye al final una -s, significa que es una página web segura y está adaptada a los estándares de protección. Asimismo, otra de las señales, presente en algunos navegadores, es que cuente con un candado verde al comienzo del enlace.
2- Instalar siempre las actualizaciones: es frecuente pensar que actualizar el software y las aplicaciones es algo que carece de importancia. Sin embargo, desde Check Point revelan que esta costumbre de ignorar las actualizaciones puede suponer un enorme riesgo, puesto que no se implementan los diferentes parches de protección que los proveedores ofrecen para solventar errores de seguridad previamente detectados. En otras palabras, contar con la última actualización de un software permitirá optimizar el nivel de seguridad, y es una estrategia efectiva a la hora de mantener los datos y archivos a salvo frente a potenciales brechas de seguridad, ciberataques, etc.
3- No emplear el mismo usuario y contraseña en diferentes servicios online: cada vez son más los servicios, programas o aplicaciones que se pueden usar a través de Internet. Por este motivo, con frecuencia se utilizan las mismas credenciales de acceso con el fin de simplificar y evitar olvidos y problemas. Este es un tremendo error, ya que, si un ciberdelincuente consigue acceder a la base de usuarios y claves de cualquiera de estas aplicaciones, colarse en el resto será muy sencillo. Por ello, lo primordial es utilizar usuarios y claves distintas, así como no emplear contraseñas que puedan adivinarse con facilidad (fecha de cumpleaños, nombre de la mascota, etc.
4- Descargar aplicaciones sólo de tiendas oficiales: juegos, redes sociales, banca online… cada vez son más las aplicaciones móviles disponibles para descargar y esto provoca que los usuarios tiendan a instalar un gran número de estos programas en sus dispositivos móviles. Es importante asegurarse de que siempre que se descarga una de estas apps sea de la tienda oficial (Play Store, App Store, etc.) y, además, leer las diferentes condiciones de uso, ya que algunas de ellas pueden llegar a ser abusivas y en muchos casos se llega a perder el control sobre datos e información.
5- Proteger los dispositivos: un ciberdelincuente puede llegar a tener acceso a un smartphone, tablet u ordenador de muchas maneras, robando con ello una incalculable cantidad de información. Ante esta situación, es fundamental protegerse frente a ciberataques, con un software de seguridad que proteja los dispositivos y la información.
Fuente: Check Point