Desde las 8.30, el Tribunal Penal de Oberá abrió la tercera y última audiencia para definir el futuro procesal de Raquel Aurora Ramíres (46) y su pareja Ernesto Roberto Frank (70), por el asesinato del exconcubino de ella. Los testigos que declararon el jueves de la semana pasada comprometieron a ambos. Sin embargo una de las hijas intentó justificar el accionar de su madre por una presunta venganza por maltratos y abusos contra ella.
El viernes pasado se aguardaba la presencia de otros dos testigos pero los defensores Matías Olivera y Alejandro Cabral (que defienden a la imputada y al imputado respectivamente), desestimaron la comparencia. La fiscal Estela Salguero había presentado un certificado médico y no pudo estar presente en el debate. Todo pasó a un cuarto intermedio para hoy, cuando se escucharán los alegatos de las partes y luego los jueces pasarán a deliberar la sentencia.
El jueves, en la apertura del juicio los acusados se sentaron frente al Tribunal y se abstuvieron.
La primera testigo, Lucía Inés Fernández de Olivera (45) que era la concubina de la víctima, relató que estuvo en pareja con él durante nueve meses, de los cuales los últimos tres fueron “un infierno” porque la exmujer no dejaba de acosar a Hugo.
Luego fue el turno de Marcos David Da Rosa, empleado del aserradero de Panambí donde trabajaba Do Nacimiento. Recordó que cuando terminaron las tareas del día (la última vez que lo vieron), él se subió a un automóvil (que se presume era el Ford Ka de Frank). Indicó además que al día siguiente su patrón le contó que Do Nacimiento estaba preso porque lo agarraron con drogas. Al menos ese era el mensaje que le llegó a su celular desde el número de él. En este punto se sospecha que quien escribió esos mensajes podía ser alguno de los imputados, cuando ya se habían deshecho del cuerpo de Do Nacimiento en el arroyo Yabebiry.
El testigo que complicó al acusado y por ende también a la mujer fue Héctor Benito Victorio (28), un joven que se encuentra detenido en el Penal de Cerro Azul. Dijo que lo conoció cuando “cayó” en la comisaría. Le preguntaron por qué estaba ahí. Según el testigo, dijo “por la muerte del tipo ese, Do Nacimiento, que encontraron en el arroyo en la zona de Alvear”.
En la explicación que dio Victorio recordó que Frank contó que él cocinaba mientras que Hugo tomaba mate con su ex en el patio. Después ella lo llamó y vio a la víctima tirada en el suelo. Lo subieron a su vehículo y lo tiraron al arroyo.
Cuando le preguntaron por qué hizo eso, dijo que estaba amenazado de muerte por la mujer, le tenía miedo porque dormía con un puñal bajo la almohada, además de hacerlo porque estaba enamorado.
También fue testigo una hijastra de la víctima e hija de la imputada que es policía. En esta nota se preserva su nombre porque declaró de pequeña haber sido víctima de abuso sexual de parte de su padre tanto ella como una hermana menor. En su relato remarcó que su madre la llamó y le confesó que junto con “Nene” Frank habían matado a Hugo.
Señaló que a ella no le tomaron la denuncia de abuso porque ya había prescripto. Cabe aclarar que Do Nacimiento estuvo detenido por esa denuncia pero fue liberado por falta de mérito.
Dijo que tenía mucho miedo porque él había amenazado tanto a ella como a sus hermanas por haberlo denunciado. “Mi madre me había dicho que Hugo había planificado empezar a matar a mi familia, primero a mi esposo y después a mi hija, para vengarse de las denuncias que le habíamos hecho”.
Rocío Belén, hija de la imputada fue la última testigo y aclaró: “Sé que mis hermanas van a mencionar abusos y otras cosas. Yo sólo quiero dejar en claro que a mí mi papá nunca me hizo daño. Si hubiera querido lo habría hecho en ese entonces. Me fui de mi casa a los 17 por la mala relación con mi madre”.